Aunque las cifras frías de los delitos registrados en Barcelona este 2025 durante los primeros meses han bajado y se confirman los brotes verdes que ya se plasmaron en las últimas juntas locales de seguridad de la comisaria Montserrat Estruch, jefa de los Mossos en la capital de Catalunya, no todos los datos son positivos. Los homicidios han bajado un 50% de enero a junio —dos más, estos primeros días de julio, complican los datos—, pero se han disparado las agresiones sexuales, los delitos con lesiones y también las agresiones a policías. Según las estadísticas publicadas hoy, en una nueva reunión de este encuentro de mandos de Mossos y de la Guàrdia Urbana con los responsables políticos, la consellera Núria Parlon y el alcalde Jaume Collboni, los delitos de atentado contra agentes de la autoridad en la ciudad se han disparado más de un 20%. Unos datos que confirman la tendencia, ya adelantada por ElCaso.com hace semanas, del incremento de este tipo de ataques de ciudadanos contra la policía. Todos estos datos juntos, aunque el número total de hurtos baja en la ciudad, confirman que la capital de Catalunya es más violenta que antes. Y, por tanto, sí, más peligrosa que hace años.

Según la policía catalana, este incremento está relacionado con la "reactividad social", que ha aumentado. Detrás de este tecnicismo, sin embargo, los Mossos se refieren a lo que en sede parlamentaria, con palabras más llanas, dijo la consellera Parlon, aceptando que la conflictividad en las calles de nuestro país ha aumentado en los últimos años. El aumento del consumo de drogas y los problemas de salud mental, los "conflictos juveniles" o cuestiones de carácter socioeconómico son, según los Mossos, los indicadores que han hecho crecer esta conflictividad social que genera más incidentes en la vía pública. "Conflictos juveniles", realmente, no se sabe qué quiere decir, pero sirve para englobar conflictos y enmascarar la realidad sin entrar en el detalle del conflicto ni sus causantes.

Preocupación por incidentes con armas blancas y armas de fuego

De estos datos, que preocupan a la policía, ya que no se trata solo de una cifra fría de incremento de delitos, sino que también corresponde a un trasfondo que demuestra la pérdida de autoridad de la policía, también se desprenden otros hechos delictivos que han aumentado durante estos primeros meses de 2025, comparados con 2024. Las agresiones, contabilizadas como agresiones, han subido un 7% y los incidentes con armas blancas se han disparado un 38% en la capital de Catalunya. Ambas cifras, especialmente la última, son muy negativas. Algunos datos positivos. El refuerzo policial en el centro, con más presencia de patrullas, ha permitido también aumentar las detenciones relacionadas con delitos por lesiones en un 30%. También, en el marco del plan DAGA, que lucha contra la presencia de armas blancas en la calle, se han podido retirar de la vía pública un 48,5% más que el año pasado. Un total de 1.844 armas en estos primeros meses de 2025.

De momento, los Mossos no han querido facilitar los datos relacionados con armas de fuego. Ni las intervenciones en Barcelona ni tampoco el registro de personas heridas por arma de fuego en la capital del país. Según la Guardia Civil, hay 26.569 armas legalizadas, aunque estas no suponen un problema. Las que no están registradas y se venden en el mercado negro —un negocio que ha crecido de manera preocupante en todo el país, incluso con armas de guerra—, tal como ha podido saber ElCaso.com, son las que ahora preocupan a la policía, aunque públicamente, por temor, evitan hablar del tema.

Menos homicidios: cinco en seis meses

Las agresiones sexuales y los delitos de lesiones han aumentado de forma peligrosa en la ciudad. En cambio, los homicidios registrados —y conocidos— de enero a junio de 2025, en Barcelona, han bajado a la mitad. El año pasado se registraron una decena, este año, cinco. El primero, el 3 de enero, en Ciutat Vella, un hombre pakistaní muerto a cuchilladas en un piso. El segundo, el 20 de enero, también en Ciutat Vella, concretamente en el Raval, un hombre asesinado a cuchilladas en un piso. El tercero, el 21 de marzo, en Nou Barris, un hombre mayor murió apuñalado a manos de una pareja que vivía con él. El cuarto, conocido en mayo, es un caso de violencia machista. Un hombre, en la zona de Ciutat Meridiana, mató a su pareja y la escondió bajo un colchón. El último —hasta finales de junio—, el quinto, el 24 de junio, el día de San Juan, un joven fue atacado cerca de su casa, en el barrio de Sant Andreu, y murió cuando intentaba esconderse en su domicilio.

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Agentes de los Mossos y de la Guàrdia Urbana, en Barcelona / EP

En julio, fuera ya de estos datos recogidos y presentados hoy, se han registrado, al menos, dos crímenes más. Uno en la Barceloneta, donde murió un hombre sin techo, atacado por dos jóvenes magrebíes que querían robarle sus pertenencias, y también en la calle del Consell de Cent, en el Eixample, la semana pasada, un hombre fue abatido a tiros por parte de un sicario de la mafia de Montenegro, a plena luz del día y en un portal. La investigación de este último crimen sigue en marcha.

Agresiones sexuales

Durante 2025, el Sistema Integral de Atención a las Víctimas ha atendido a 1.929 personas por violencia de género, doméstica, matrimonios forzados, mutilación genital femenina, violencias sexuales y delitos de odio, un 1% más que el año anterior. Han aumentado los seguimientos (5%) y las órdenes de protección (4%). Los delitos de violencia machista se han reducido globalmente un 1,3%, destacando la caída de las amenazas (−20,6%) y coacciones (−20,5%), mientras que el maltrato ha subido un 2,1% y la ruptura de condena un 20,5%. En el ámbito de la violencia doméstica, los delitos han aumentado un 1,1%, con una reducción de amenazas (−3,2%) y coacciones (−20%), pero un incremento del maltrato (2%) y, especialmente, de la ruptura de condena (27,9%), según los datos publicados hoy por los Mossos de resumen de los primeros seis meses de 2025.