El caso sobre la muerte de Isabel Suárez, tía política del actor Luis Lorenzo, sigue sin tener un rumbo fijo y aún quedan muchas incógnitas por resolver. De momento, se desconoce si fue envenenada, como apunta el forense que descubrió en su cuerpo altas concentraciones de cadmio y manganeso, o si, por el contrario, la presencia de metales pesados obedece a un proceso natural que se produce en el organismo después de fallecer, una posibilidad que la jefa del servicio químico del Instituto de Toxicología no descartó en su declaración ante el juez. Ahora, según avanza El Periódico, la Guardia Civil acude a dos menores de edad para saber toda la verdad sobre cómo llegó y vivió la anciana en la casa de Rivas-Vaciamadrid, donde vivían Lorenzo y Arancha Palomino. 

Nuevos testigos clave

Se trata de un caso tan complejo y con tantos cabos sueltos que la Guardia Civil ha acudido a dos nuevos testigos, de 10 y 11 años; el hijo del actor y otro de Palomino, ambos fruto de la relación que los acusados mantuvieron con parejas anteriores. Los dos testigos son clave de los últimos meses de vida de la anciana. Una psicóloga y una criminóloga del Equipo de Análisis del Comportamiento Delictivo de la Comandancia de Madrid los han entrevistado.

Las versiones que han explicado los dos menores son muy peculiares y no coinciden la una con la otra. Uno de los niños ha declarado, según recoge el informe de la Guardia Civil, que la anciana recibió toda clase de malos tratos y vejaciones, mientras que la versión del otro menor lo desmiente y defiende a la pareja. "Fueron a Asturias, se llevaron a Isabel por la noche y la dejaron ahí (en la casa de Madrid). Yo el primer finde que la vi estaba contenta. Al tercer día, ya estaba mal, con pocas ganas de hacer nada, como medio dormida en el sofá", relata uno de los niños que "convivió de manera intermitente" con la anciana y describe cómo Lorenzo y Palomino "trataban muy mal a la tía Isabel".

Malos tratos y vejaciones a la anciana

"Siempre que le decían algo se lo decían gritando. Estaban todo el rato gritando a Isabel porque no se podía dormir. Ella dormía en la cama de mi hermano pequeño y dormía con las piernas fuera de la cama porque no cabía. Casi no podía moverse porque tenía como temblores y les pedía si le podían dar al menos de comer o si la duchaban. Ellos decían que no, que ella era mayorcita para hacerlo". La declaración del menor demuestra que tanto el actor como su mujer negaron la asistencia necesaria a la anciana. "A Isabel no la dejaban comer con ellos en la mesa del salón, ella comía con nosotros en la cocina. Pero no se podía mover. Yo les decía: '¿pero no os dais cuenta de que esta señora no puede comer porque está mal?'. La comida se quedaba ahí hasta el día siguiente, se pudría y la tenían que tirar".

Durante la entrevista, el menor llega a explicar a las dos guardias civiles cómo Luis Lorenzo y Arancha Palomino pedían a sus otros dos hijos "que pegaran a la abuela" y entonces los críos "cogían una almohada y se ponían a pegarle. A ella le sacaba de quicio". El niño afirma que la pareja solo contrató a una cuidadora cuando la anciana estaba "casi muerta" y enumera dos episodios en los que Lorenzo y Palomino habrían abandonado a la mujer durante horas, sola y desorientada, en el centro comercial H2O de Rivas.

Declaraciones que no coinciden

A pesar de la declaración de este primer menor y que puede inculpar a los por ahora acusados, el otro testigo ofreció una versión muy distinta, defendiendo a Arancha y Lorenzo. "Lo que salió en las noticias de que detuvieron a Luis por el asesinato es falso, no me creo nada de eso, Luis no asesinó a nadie, ni siquiera quería llevarse a mi tía abuela de Asturias a Madrid". Ese segundo menor explicó a las agentes que Isabel "decía que se sentía muy sola en Asturias, no tenía a nadie y entonces a mamá le dio pena. Luis se negó en un principio a llevársela, porque era una persona mayor, pero al final dijo que vale".

El niño afirma que cuando la anciana llegó a Madrid "podía andar y se encontraba bien", aunque tenía "muchas pérdidas de memoria" y que Arancha se preocupó mucho en cuidarla, creando algunos problemas de convivencia en la familia: "Todo era ella. A mamá le gustaba quedarse en casa con ella y a Luis le acabó dando igual. Ni Luis ni mi madre quedaban ya con sus amigos. Era una vida muy complicada la que teníamos por culpa de ella".

¿Qué pasa entonces con las pilas?

Otro cabo suelto son las supuestas pilas. Un testigo explicó que vio a Luis "cortando pilas y sacando un polvo blanco", unas declaraciones que cuadran con la muerte violenta de la víctima, que fue envenenada con metales pesados. Sin embargo, en su declaración, el niño llegó a decir que las pilas que la Guardia Civil encontró en casa de Lorenzo y Palomino eran suyas. "Salió algo en las noticias de pilas. Yo cortaba pilas con mis amigos y las dejaba en mi casa, las tenía guardadas en un cajón. Mamá no sabía que yo tenía pilas cortadas". Explicó que las abría "con unas tijeras de cortar el pelo" y que lo hacía porque le parecía "divertido" después de ver "un documental en Youtube" donde un experto explicaba que "con solo uno o dos gramos del polvo ese de las pilas puede morir una persona", aunque afirma que él no se lo creyó.

Una versión "vaga" y llena de "contradicciones"

Estas dos nuevas declaraciones permiten saber más sobre la muerte de Isabel Suárez. Sin embargo, según las autoridades, la segunda versión del niño es "vaga" y está llena de "contradicciones y distorsiones". "El menor ha estado expuesto a una gran cantidad de información post-evento sobre la investigación de los hechos. En concreto, manifestó que había visto lo que se decía sobre este asunto en televisión e internet, lo que ha podido contaminar sus recuerdos de manera involuntaria". Además, el niño "ha podido utilizar este conocimiento sobre la investigación para acomodar su declaración a lo que él considera que puede ser más beneficioso para su madre". Por este motivo, los especialistas de la Guardia Civil concluyen que "existen dudas razonables en relación con la validez de lo manifestado por el menor". 

Ante las entrevistas de la policía a los chicos, la defensa de Luis Lorenzo y Arancha Palomino va a presentar un escrito para impugnarlas, ya que se llevaron a cabo con el permiso de las exparejas del actor y de su mujer, pero sin el consentimiento de ellos dos.