El actor Luis Lorenzo y su mujer Arantxa Palomino siguen en el ojo del huracán por el presunto asesinato de María Isabel, la anciana tía de ella, para cobrar su herencia. A pesar de que tanto la esposa del actor como él mismo desmintieron todas las acusaciones ante los medios, han salido a la luz nuevas claves que contradicen al matrimonio y que podrían demostrar su implicación en la muerte de la anciana. Diversos informes clínicos confirman que la mujer estaba diagnosticada de demencia severa antes de modificar su herencia. 

Recientemente, Arantxa Palomino, la mujer del actor de 'La que se avecina' o 'El Comisario', desconocida hasta entonces, revelaba su rostro en una entrevista televisiva y contaba "su verdad". La mujer quiso aclarar algunas de las cuestiones por las que el público sospechaba del matrimonio, aunque también denunció que les habían sometido a un "juicio mediático" y afirmó que todo se aclararía llegado el momento. No obstante, las nuevas pruebas que se han hecho públicas respecto al estado de salud de su tía poco antes de que firmara la modificación de la herencia ponen en duda las declaraciones de Palomino. 

La tía del actor Luis Lorenzo fue diagnosticada de demencia severa una semana antes de cambiar su herencia

El estado de salud física y mental de María Isabel, la fallecida, ha sido objeto de debate por parte del matrimonio y de sus familiares. Mientras que los familiares aseguraban que no tenían constancia de ningún diagnóstico de demencia, Arantxa afirmaba en El programa de Ana Rosa que la mujer estaba diagnosticada de demencia con cuerpos de Lewy, un tipo de demencia incipiente. No obstante, aclaró que esta enfermedad no era incapacitante, y que en el momento en el que se modificó la herencia para hacer de Arantxa la principal beneficiaria, su tía se encontraba en plenas facultades. Este hecho lo avala implícitamente el notario, ya que fue el que autorizó que María Isabel modificara su testamento en favor de su sobrina. 

No obstante, diversos hospitales y clínicas ponen en tela de juicio las palabras de Palomino, y sus documentos e informes clínicos confirman la demencia severa que sufría la mujer, algo que el matrimonio siempre ha negado. El diario NIUS ha tenido acceso a los informes de dos hospitales madrileños que atendieron a la anciana poco antes de la visita al notario. El primero fue el Hospital de Sureste, que diagnosticó a la mujer de "demencia severa" y de un "trastorno de conducta". Apenas una semana después, el Centro de Especialidades Periférico (CEP) de San Blas atendió a la mujer por una caída, y apuntó que la anciana había empeorado, sufriendo de alucinaciones visuales y mostrando una actitud desconfiaba e irritada. Por esa caída, la anciana estuvo ingresada un día, y pidió el alta voluntaria. 

Los partes médicos coinciden con las visitas al notario

Por si los informes clínicos no fueran poco para demostrar que, efectivamente, la anciana no estaba en plenas facultades de tomar decisiones, algo que siempre ha desmentido su sobrina, existe otro indicio que hace sospechar a los investigadores de las verdaderas intenciones del matrimonio con la tía. El segundo parte médico, que se realizó tras una caída de la mujer y que habla de un empeoramiento de su estado de salud mental, fecha del día después en el que la mujer firmó la modificación de la herencia. Además, tal y como apunta el medio NIUS, un día después del alta voluntaria, la mujer volvía al Hospital Ramón y Cajal, el cual dejó por escrito que era incapaz de autocuidarse debido a la demencia severa que padecía, que presentaba un deterioro cognitivo moderado y que era necesario que sus familiares atendieran los cuidados y necesidades de la anciana, así como sus "gestiones".