Casi dos meses desde que Dani Alves ingresara en el Centro Penitenciario Brians 2, en Sant Esteve Sesrovires (Baix Llobregat), y el exblaugrana parece haberse adaptado plenamente a la vida de recluso. Según ha explicado Servimedia, el defensa se entretiene organizando partidos de fútbol con los otros presos, y no le niega un autógrafo a nadie. Su abogada, Miraida Puentes, ha confirmado que el futbolista está muy integrado entre sus compañeros de prisión, y ha desmentido una supuesta huelga de hambre que habría hecho como protesta contra su condición de encarcelado.

Completamente integrado entre los reclusos

Alves no solo organiza estos partidos amistosos de fútbol, también participa. Según las mismas fuentes, el defensa ha marcado incluso dos goles durante el partido que ha organizado este viernes con sus compañeros de Can Brians. La abogada, que lo visita cada semana, ha asegurado que Alves se encuentra tranquilo durante su reclusión, y que está muy agradecido al resto de presos por haberlo acogido tan bien. Su gratitud le ha llevado a no negarse a firmar un solo autógrafo, y los presos han empezado a pedir más ropa deportiva para poder participar en los partidos de Alves.

Acusado de una agresión sexual

El exjugador del F.C. Barcelona ingresó en la prisión el pasado 20 de enero, después de que una joven de 23 años le denunciara por haberla agredido sexualmente en los lavabos de la zona VIP de la discoteca Sutton de la capital catalana, la madrugada del 31 de diciembre. Después de ser interrogado por los agentes de la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS) de los Mossos d'Esquadra, así como por el magistrado del juzgado de instrucción número 15 de Barcelona, Alves fue condenado a prisión provisional, comunicada y sin fianza, atendido a un supuesto riesgo de huida del estado español; Alves es originario de Brasil, un país que no tiene acuerdo de extradición con España, y en caso de que huyera a su país natal, el futbolista podría eludir por completo la justicia.

La defensa del ex del Barça recurrió esta sentencia, pero la acusación particular, así como la Fiscalía, se opuso y el tribunal decidió no concederle la libertad provisional. De esta manera, Dani Alves tendrá que permanecer en la prisión mientras dure su juicio. En caso de que finalmente fuera condenado por el delito de agresión sexual, el jugador se podría enfrentar a una pena de hasta 12 años entre rejas.