València vive horas de angustia con el mayor incendio registrado en la capital. Desde ayer, jueves, a las seis de la tarde, que las llamas están devorando un edificio de catorce plantas del barrio de Campanar en las afueras de la capital del País Valencià. Las cifras son trágicas. El edificio, de nueva construcción, que ocupa toda una isla de casas entre la avenida de General Avilés y la avenida maestro Rodrigo, ha quemado completamente. El viento que hacía en la zona y también el revestimiento del edificio, de PVC, convirtió el bloque de pisos en una antorcha.

🔴  EN DIRECTO | Evolución del incendio de València

Los servicios de emergencia de València han confirmado que ya se han podido recuperar diez cadáveres, pero hay una veintena más de personas que siguen desaparecidas, entre nueve y quince personas, según datos vecinales obtenidos por la Policía Nacional y Local. Las previsiones no son optimistas y todo hace pensar que cuando los bomberos puedan acceder al interior del edificio, que todavía sigue con llamas y con una estructura muy precaria, se puedan localizar personas sin vida. Las personas desaparecidas son las que los familiares de quien vivían en este edificio no han podido localizar. Todavía no ha trascendido las edades ni las identificaciones de las diez personas que han muerto y también de estas que, a estas alturas, están desaparecidas. Durante la tarde de ayer se vivieron momentos muy complicados.

El trabajo para acceder al interior del edificio será largo. Todavía no se puede saber cuándo se podrá entrar dentro de la estructura y se quiere asegurar que el bloque es seguro antes de poner en riesgo la vida de los efectivos de emergencia. Se sabe en qué pisos puede haber las personas desaparecidas, pero hasta que no sea seguro no se accederá. En este momento el objetivo es seguir enfriando, han asegurado desde los bomberos de València. Desde el exterior se han visto cuatro personas sin vida, que todavía no han sido identificadas, pero las previsiones son trágicas.

Ahora mismo los técnicos también creen que es complicado que el edificio colapse, un hecho que da una de las pocas noticias positivas de la jornada. Si el bloque llegara a caer, sería mucho más complicado trabajar y, al mismo tiempo, poder hacer el rescate de las personas desaparecidas que quedaran bajo los escombros.

Quince heridos

En total ya se han registrado quince personas heridas, desde el inicio del incendio. De estos, siete son bomberos. Se trata de nueve hombres, de entre 25 y 57 años, cuatro mujeres, de entre 27 y 81 años, y también un menor de siete años. No se sufre por la vida de ninguno de los heridos y tan solo siguen ingresados en el hospital seis bomberos. La mayoría han sido trasladados por inhalación de humo.

Aun así, estos datos siguen siendo provisionales, mientras un equipo técnico de los Bomberos de València sobrevuela el edificio para garantizar la seguridad a la hora de acceder al interior y buscar a la casi veintena de desaparecidos. Los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) han llegado esta noche al incendio de Campanar y se han integrado en el dispositivo de extinción. Por otro lado, el Ayuntamiento de València ha habilitado puntos de atención para los vecinos afectados, en el hotel y en el PMA, también para los familiares de las personas no localizadas.

El peor incendio de la historia reciente

Si se confirman los peores pronósticos, este incendio de Valencia será el más grave de los últimos años en el Estado. El siniestro más trágico ocurrido hasta ahora tuvo lugar el 7 de julio de 1992 cuando doce personas —nueve de nacionalidad polaca y tres españoles— murieron asfixiados al incendiarse un bloque de viviendas en la localidad madrileña de Móstoles.

En Catalunya los últimos años se han vivido también incendios con víctimas mortales, pero sin la espectacularidad de las imágenes del edificio de Campanar. El año 2014 murieron cuatro niños en un incendio en el Vendrell. El año 2020 en la Barceloneta murieron tres hombres en un incendio en unos bajos donde se guardaban baterías eléctricas de patinetes, el mismo año en Badalona murieron cuatro personas inmigradas que vivían en una nave ocupada y el año 2021, en la plaza de Tetuán de Barcelona, murieron tres personas que vivían en unos bajos ocupados que se incendiaron. En marzo de 2023, en Rubí, murieron tres personas en un incendio de un bloque de pisos de cuatro plantas.