El 2 de diciembre de 2021 la Policía Nacional española colgaba en Twitter un mensaje muy curioso. Buscaban colaboración ciudadana para intentar aclarar de donde había salido una etiqueta que habían encontrado en el escenario de un crimen, en Madrid. Ahora, después de meses de investigación, se han podido detener nueve personas y aclarar el asesinato de Freddy Mauricio Palacio Espinosa. Aquel crimen era muy complicado de resolver. Alguien había matado a una persona, un vendedor de pisos colombiano de unos 50 años que hacía años que vivía en Puente de Vallecas, en Madrid, y pudo escapar.

El 29 de noviembre descubrieron el cuerpo, había sufrido torturas y había muerto finalmente de un ataque cardiaco. La investigación de la vida del hombre, para intentar encontrar a algún enemigo, tampoco aportó ningún detalle relevante a los investigadores. Lo que no entendían los investigadores del grupo de Homicidios de la Policía Nacional de Madrid era como podía ser que piso estuviera cerrado con un pestillo desde el interior. Los asesinos se habían escapado después del crimen, pero como salieron del piso.

Torturado para abrir la caja fuerte

Que el hombre había sido torturado lo decían dos claros indicios. La autopsia, que mostró golpes y agresiones físicas severas en el cuerpo de Freddy M. y también el hallazgo de objetos que los presuntos asesinos utilizaron para torturarlo: bridas, cinta americana, guantes. Estos objetos, con el tiempo, han servido para aclarar el crimen, tal como ha adelantado el diario El País y han confirmado fuentes de la policía española. Todos los objetos llevaban etiquetas de una tienda. La etiqueta que la policía buscaba. "Super Bazar". Cuando lo colgaron a Twitter recibieron de decenas de informaciones que permitieron a los investigadores aclarar de donde habían salido los objetos que se utilizaron para asesinar a Freddy. Había varios establecimientos que los utilizaban y durante horas estuvieron repasando las imágenes de las cámaras de seguridad hasta que pudieron encontrar a quien había comprado todos los objetos de tortura en una tienda regentada por personas chinas a Habla, también en Madrid. Y saltó otra sorpresa.

"Cas Pessulum", un muerto tras un pestillo cerrado desde dentro

Detrás del crimen había nueve personas, de mezcla de nacionalidades entre española, colombiana y dominicana. Todas con unos roles bien diferenciados, y qué fallaron en su objetivo. La idea de la prima de Freddy y su pareja era asaltar al hombre para hacerse con el dinero que guardaba a la caja fuerte de su habitación, unos 40.000 euros. En cambio, los golpes y las torturas a que lo sometieron durante casi dos horas lo dejó entre la vida y la muerte. Y aquí está donde la Policía Nacional pudo aclarar como es que el cadáver se había encontrado en el interior de una casa cerrada con pestillo, desde dentro. Precisamente este hecho llegó a bautizar el caso, caso Pessulum, "cerrojo" en latín.

Las agresiones que sufrió al agente inmobiliario no lo mataron. Lo dejaron muy herido. Cuando sus torturadores vieron que el hombre no diría la combinación para abrir la caja fuerte la arrancaron y se marcharon. Él, todavía en vida, fue hasta la puerta para cerrarla, con el pestillo, pensando que quizás volverían a por él. Fue, según la investigación, el último que hizo. Después sufrió un ataque cardiaco y acabó muriendo. Hasta que su hijo lo echó de menos, llamó a la Policía Nacional y con la colaboración de un cerrajero abrieron la puerta y lo encontraron muerto.

El nueve detenidos, siete hombres y dos mujeres, entre ellos los familiares de Freddy, han ingresado a prisión acusados de un homicidio y de un robo con fuerza. La planificación que han podido probar los investigadores de la policía española confirma que sabían que la víctima tenía una caja fuerte y que en el momento que lo asaltaron sabían perfectamente que estaría en casa