El hallazgo del último vídeo grabado por Levi Davis, donde confesaba haber sido víctima de chantaje por parte de una persona vinculada con el Factor X británico, ha destapado una presunta red dedicada a la extorsión y a la intimidación de antiguos concursantes del programa. El jugador británico de rugby, de 24 años, desapareció en Barcelona el pasado mes de octubre, y desde entonces nadie lo ha vuelto a ver.

En su confesión, que dura unos quince minutos y que originalmente había colgado en su cuenta de Instagram, de donde desapareció, Davis explica que durante la grabación del programa conoció a una persona que se ganó su confianza, pero quien acabó abusando de él. Según su relato, en una de sus quedadas, el individuo en cuestión le drogó y violó mientras lo grababa todo en vídeo. El chantaje empezó poco después, amenazándole con difundir las imágenes.

Uno de los detectives privados confirma las extorsiones

Gavin Burrows, jefe del equipo de investigadores privados contratados por la familia del jugador, ha compartido por su cuenta de Twitter que las alegaciones que Davis hace en su vídeo son verdad y que, además, han sido corroboradas por varios exconcursantes de Factor X, que han pasado por lo mismo. "Hemos recibido informaciones de valor de un número de antiguos participantes del programa Factor X que han confirmado que aquello que asegura Davis a su vídeo es verdad", ha tuiteado.

Y sigue asegurando que varias personas relacionadas con el mundo del entretenimiento se han acercado a él y a su equipo, pero, en vez de mostrar preocupación por la desaparición de Levi Davis, estos individuos querían averiguar de quién y cómo habían obtenido las informaciones relativas a los chantajes.

Publicó el vídeo poco antes de desaparecer

Davis había publicado este vídeo en su cuenta de Instagram poco antes de desaparecer, pero alguien lo borró de la plataforma. Según los investigadores privados, las personas que quitaron el vídeo de su perfil son las mismas que le estaban haciendo chantaje y, posiblemente, estén detrás de su desaparición.

Hasta ahora, la investigación oficial se había centrado en una deuda que el jugador había contraído presuntamente con la mafia somalí por un supuesto tema de drogas. Davis había pagado 100.000 libras esterlinas (unos 112.000 euros), que finalmente había resultado ser la cantidad que le habían extorsionado por el vídeo donde le estaban violando. Aunque su familia no tiene esperanzas de que le encuentran con vida, la policía y los investigadores privados mantienen la posibilidad de que pueda estar secuestrado.