Incidente grave de seguridad este mediodía del sábado en el Complejo Central de los Mossos d'Esquadra, Egara, en Sabadell (Barcelona). Un conductor bajo los efectos de la droga ha intentado acceder al interior de los cuarteles generales de la policía de Cataluña, donde ha sido embestido por una furgoneta de la Brigada Móvil (Brimo) que estaba entrando también en el Complejo Central y ha chocado contra la valla, evitando así poder acceder al interior. El aviso es de alrededor de las cuatro de la tarde.
La rápida actuación de los agentes de este equipo de la unidad antidisturbios de la policía catalana, que por suerte estaban también en la zona de aparcamiento de la sede central de los Mossos, ha podido reducir el vehículo, reduciendo al hombre. Las primeras informaciones apuntan al hecho de que el conductor, que ha sido arrestado, iba bajo los efectos de la cocaína y se descarta, ahora mismo, que tuviera cualquier tipo de motivación terrorista. El detenido es un hombre de 41 años de nacionalidad española.
No tenía motivación terrorista
De todos modos, la policía catalana ha abierto una investigación para aclarar los hechos y poder descartarlo al 100%. De forma paralela, se ha ordenado iniciar una investigación para también esclarecer cómo el conductor ha podido llegar hasta las puertas del Pentágono catalán aunque no ha podido acceder al interior por fortuna. El hombre ha quedado detenido por un delito de conducción temeraria y atentado contra agentes de la autoridad.
Egara es la sede de la Prefectura de la policía catalana, de los servicios centrales de los Mossos d'Esquadra y también la base de las unidades especializadas cómo, entre otras, la Brigada Móvil, que por fortuna ha podido parar el coche. Aunque el sábado hay menos movimiento, en estas oficinas policiales, trabajan cada día centenares de agentes de los Mossos d'Esquadra.
No es la primera vez
El intento de intromisión en Egara con un turismo ya se había repetido, en otras dependencias policiales de los Mossos d'Esquadra, en el pasado. Hay que recordar el caso de un coche que accedió al aparcamiento exterior de la comisaría de Premià de Mar o casi en el interior de la recepción de la comisaría de Ripoll. En los dos casos, las brigadas de Información de los Mossos d'Esquadra descartaron cualquier motivación terrorista, y también fueron personas o bajo los efectos de algún tipo de droga o con problemas mentales.
Está en marcha un estudio encargado por la dirección policial de los Mossos d'Esquadra, a raíz de los ataques contra la comisaría de Vic, durante los disturbios por la detención de Pablo Hasél, para valorar si son lo bastante seguras a agresiones externas. Hoy por hoy no se conocen los resultados, pero está claro que la seguridad del Complejo Central Egara hará falta también ser revisada después del episodio de hoy.