Un adolescente de 19 años ha sido detenido por la Guardia Civil por traficar con drogas en las puertas de un instituto de la localidad de Guardamar del Segura, en Alicante. En el momento de su arresto llevaba encima 32 gramos de marihuana y casi 2 gramos de hachís, así como medio gramo de aceite de hachís, todo escondido dentro de envoltorios de chucherías.

Su nerviosismo lo delató

El joven, originario de la cercana localidad de Rojales, llegaba a Guardamar en autobús y esperaba en las puertas del instituto a que salieran los adolescentes a los que vendia muy sutilmente su mercancía. De hecho, seguramente no le habrían pillado si no fuera por el hecho de que se puso nervioso cuando vio a una patrulla de la Guardia Civil perteneciente a una operación de prevención en centros escolares.

A los agentes les llamó la atención su comportamiento extraño y se acercaron al joven. Al hacerlo, notaron un fuerte olor de marihuana y trataron de interrogarlo in situ. El adolescente, sin embargo, intentó huir corriendo por las calles de los alrededores. Después de una breve persecución, la policía lo capturó y procedieron a registrar sus pertenencias. Dentro de su mochila encontraron lo que parecían golosinas, pero al examinarlas con más atención, se dieron cuenta de que, en realidad, se trataba de pequeñas cantidades de marihuana y hachís envueltos como si fueran caramelos. Después de detenerlo pasó a disposición judicial y quedó en libertad con medidas cautelares.

Piden un plato de bróculi y se intoxican con cannabis

No solo los envoltorios de las golosinas pueden esconder marihuana. Hace unas semanas, en un restaurante de Vizcaya, dos hombres pidieron un salteado de brócoli, y acabaron ingresados en el hospital por una grave intoxicación de cannabis. A raíz de los hechos, el Ertzaintza y el Departamento de Salud del País Vasco abrió una investigación para aclarar cuál fue exactamente el origen de la intoxicación. Ninguno de los otros clientes reportó un problema similar, por lo que el restaurante continuó abierto ya que no se detectó que fuera un peligro para la salud pública.