Aparece un coche patera por la carretera B-522, en el término municipal de Gurb (Barcelona). Los Mossos d'Esquadra han pillado a un joven de 25 años que iba bebido y sin carné mientras conducía un vehículo este domingo. Pero todavía hay más. Cuando circulaba por la vía interurbana, hacia las seis y media de la mañana, un control de drogas y alcoholemia que se había montado en el punto kilométrico 2,9 le dio el alto y la sorpresa de la policía catalana fue al comprobar que en el automóvil, con cinco plazas, iban ocho pasajeros. Tres de ellos, además, no llevaban el cinturón de seguridad.
Amontonados en el vehículo de cinco plazas y mientras recorrían la carretera B-552, a su paso por la localidad de Gurb, circulaban bajo el timón de un joven de 25 años que presentaba síntomas de haber bebido. Por este motivo, ya parados en el control policial, los Mossos d'Esquadra le realizaron la prueba de alcoholemia, en la cual dio positivo con una tasa de 1,01 miligramos de alcohol por litro de aire expirado. Esto supone cuatro veces la tasa máxima permitida. Los agentes, más allá del overbooking del vehículo, lo denunciaron penalmente por conducir borracho y sin carné.
El conductor de autobús borracho de Camprodon
Hace unos días, concretamente el pasado lunes 6 de noviembre, hacia la una y media del mediodía, un hombre también fue pillado borracho circulando por la carretera C-38, en el término municipal de Camprodon (Girona). En esta ocasión, el conductor iba al volante de un autobús de línea y provocó un accidente. Chocó por persecución contra el turismo que circulaba delante de él. No hubo ninguna persona herida, a pesar de cuadruplicar la tasa de alcoholemia permitida con un resultado de 0,65 mg/litro de aire expirado, cuando el máximo permitido en un conductor profesional es de 0,15 mg/litro. Los Mossos d'Esquadra lo denunciaron penalmente y está acusado de un delito contra la seguridad del tráfico.