El miércoles pasado, agentes de la Unidad Central de Tráfico de la Guàrdia Urbana de Barcelona especializados en la inspección del transporte de mercancías peligrosas evitaron una posible tragedia después de pillar a un hombre que se había puesto al volante de su camión después de haber consumido un verdadero cóctel de drogas -mezcló cocaína, anfetaminas y opiáceos-. El conductor tenía que transportar más de 18.000 kilos de un gas inflamable desde el polígono de la Zona Franca hasta Francia y, si no lo hubieran parado a tiempo, habría acabado por provocar un accidente en la carretera con graves implicaciones teniendo en cuenta el material peligroso que transportaba en la cisterna del camión.
La Guàrdia Urbana denuncia al camionero por conducir bajo los efectos de las drogas
La Guàrdia Urbana estaba llevando a cabo un control en el mencionado polígono industrial, en las zonas de salida de camiones de mercancías. Hicieron un total de dieciocho inspecciones a estos tipos de vehículos y, durante uno de estos controles, se encontraron con uno de los conductores que, según parecía, estaba bajo los efectos de algún tipo de sustancia. El camión que conducía y que tenía que llegar hasta Francia estaba cargado con 18.420 kilos de un gas altamente inflamable que, en caso de sufrir un accidente, puede provocar una explosión. Cuando le practicaron el control de drogas, los agentes vieron que había consumido cocaína, anfetaminas/metanfetaminas y opiáceos.

Por estos hechos, la policía de la ciudad lo denunció penalmente, mientras inmovilizaban el camión a la espera de que otro conductor habilitado de la empresa responsable se pudiera hacer cargo de él para completar el trayecto con las garantías de seguridad necesarias.