La Guardia Civil ha podido acabar con una red de ciberdelincuentes responsables de estafar 1.581.667 euros por todo el Estado español. El macrooperativo ha durado dos años y se ha saldado con 15 detenidos, entre ellos, uno en Barcelona y uno en Cornellà de Llobregat. Están acusados de delitos de estafa, blanqueo de capitales, usurpación de estado civil y pertinencia en un grupo criminal. Utilizaban tácticas como el phishing para engañar tanto a empresas como a particulares, y llegaron a ganar más de 200.000 euros con estafas amorosas. Algunas de las víctimas siguen pagando deudas bancarias de préstamos que cogieron por petición de los estafadores.
Los hechos empezaron en Cáceres, el año 2023, cuando una mujer denunció a la Guardia Civil haber sido víctima de una estafa amorosa que le había costado más de 100.000 euros. Según la afectada, un hombre contactó con ella haciéndose pasar por un oficial del ejército de los Estados Unidos, y durante casi dos años estuvo ganándose su confianza, manteniendo una falsa relación sentimental, que aprovechaba para pedirle transferencias. La Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cáceres se hizo cargo de la investigación, que tenía muchos más implicados de lo que se creía. Resultó que no se trataba de un solo hombre que se quería aprovechar de una persona vulnerable, sino que había toda una organización criminal detrás que hacían todo tipo de estafas.
El grupo hizo más de medio centenar de estafas
No solo robaban a particulares, sino también a empresas. Los infectaban sus equipos informáticos y espiaban su comunicación, lo que aprovechaban para cobrar pagos en nombre de los negocios que suplantaban. Entre las estafas en empresas y personas, llegaron a acumular más de un millón y medio, gracias a identidades falsas que conseguían robar con métodos como el phishing. Al hacerse pasar por otras personas, conseguían créditos bancarios, y mientras ellos se quedaban el dinero, la deuda la tenían que pagar personas que ni siquiera sabían que les estaban robando los datos, mucho de ellos todavía están devolviendo el dinero al banco.
Los agentes continuaron con la investigación, y descubrieron que la red criminal se extendía por todo el territorio español y eran responsables de al menos 56 estafas. Hicieron 15 registros domiciliarios, uno de ellos en Barcelona y el otro en Cornellà de Llobregat. Durante estos registros se ha requisado una gran cantidad de material, como 52 teléfonos móviles, 20 dispositivos de almacenamiento, 18 ordenadores portátiles, 13 tabletas táctiles y seis carteras de criptomonedas. También se han localizado dispositivos que utilizaban para llevar a cabo las estafas y documentación bancaria de cuentas fuera del Estado.
La organización criminal tenía 15 miembros, y todos ellos han acabado detenidos por delitos de estafa, blanqueo de capitales, usurpación de estado civil y pertinencia en un grupo criminal. Uno de los arrestados tenía numerosos antecedentes y órdenes de busca y captura por otras estafas previas. El Juzgado de Primera Instancia número 2 de Cáceres ha decidido que once de ellos entrarán en la prisión, y en los otros se les retirará el pasaporte y tendrán que comparecer en sede judicial cada semana.