El descuido que hubiera podido acabar con tragedia todavía trae cola. El lunes, durante más de siete horas, una niña de tres años de la escuela Maria Ossó de Sitges quedó cerrada al bus escolar que, presuntamente, la tenía que llevar de casa a la escuela. Por un descuido de las monitoras que llevan al servicio, que gestiona la empresa Fundación Pere Tarrés y Autocars Plana, la niña no bajó del autocar y se quedó durante horas en el interior del vehículo, incluso, llegando a los cocheros. A las nueve era cuando tenía que llegar al centro y hasta pasadas las cuatro un responsable de la empresa no la localizó, en el interior del autocar. Por suerte, y después de ser trasladada a un centro médico, se pudo confirmar que la niña se encontraba en buen estado de salud, a pesar de la conmoción.

Fundación Pere Tarrés y Plana, en el ojo del huracán

El Consell Comarcal del Garraf, que es quien gestiona el servicio, contratando a Fundación Pere Tarrés i Autocars Plana, ha abierto una investigación y ha pedido que las dos empresas, al mismo tiempo, investiguen también qué pasó. Mientras se pueda aclarar qué hizo que la niña, Lucía, se quedara más de siete horas cerrada al autocar sin que nadie se diera cuenta de ello, la Fundación Pere Tarrés, que es quien gestiona el servicio de monitores, ha decidido apartar a las dos monitoras, castigándolas de manera cautelar.

Desde el Consell Comarcal aseguran que han dado un breve periodo de tiempo en las dos empresas a fin de que expliquen qué pasó y poder depurar responsabilidades por este descuido que habría podido acabar muy mal. La disputa para sacudirse las culpas, sin embargo, ya ha empezado.

Desde la Fundación aseguran que es el conductor del bus quien tiene la última responsabilidad para comprobar que no hay nadie cuando cierra. El conductor hizo la revisión que marca el protocolo y no vio a la niña. Por la tarde sí que la encontró, llorando y muy estresada. Plana, al mismo tiempo, asegura que ellos solamente presentan el servicio del transporte, y que el cuidado de los niños es responsabilidad de la Fundación, que es quien contrata el Consell Comarcal para hacer esta tarea. El informe del ente supracomarcal tendrá que aclarar qué falló.

La niña se alimentó sola

Lucía, de 3 años, que está cursando P3 -I3, cómo lo llaman ahora- tenía comida y agua en la mochila, y aseguran que ella sola se alimentó durante las siete horas que estuvo cerrada e incomunicada en el vehículo. La escuela Maria Ossó de Sitges, la Asociación de Familias de la misma escuela y el Ayuntamiento de Sitges han puesto también en marcha sus protocolos con el fin de investigar los hechos y también dar apoyo a la familia. El padre de la niña, en declaraciones en TV3, asegura que la niña está trastornada y que durante un tiempo será complicado que quiera volver a subir a un autocar.