Costará que Sallent, un municipio de menos de 10.000 habitantes del Bages, vuelva a respirar tranquilo. El martes por la tarde todo cambió. Nada volverá a ser igual. La vida de una familia argentina que había llegado a la comarca no hacía ni dos años, después de haber estado en Reus, en el Baix Camp, cambió de arriba abajo. Volviendo del instituto, las dos hijas, dos gemelas de 12 años, se despidieron de sus amigas a las puertas del bloque donde vivían y subieron a casa a comer.

Su padre les sirvió la comida y fue a tumbarse. Se despertó por un gran impacto y oyó como el silencio se había apoderado de su casa. Vio dos sillas en el balcón y bajó, en segundos, desde el tercer piso hasta la calle. Los técnicos del Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y los efectivos de la Policía Local de Sallent no pudieron hacer nada para salvar la vida de una de ellas, de Alana, que murió en el acto. Leila, la hermana, pudo ser estabilizada, y aunque muy grave, pudo ser trasladada en helicóptero al Parc Taulí de Sabadell, donde sigue muy grave, ingresada en la UCI. La vida de esta familia nunca más volverá a ser igual.

Primera investigación del caso Sallent

Las primeras indagaciones que hizo la Policía Local de Sallent, que fueron los primeros en llegar, y los Mossos d'Esquadra, concluyeron casi en la primera hora después de los hechos, que la caída al vacío de las dos hermanas no respondía a un crimen. Nada hacía pensar en ello. Al contrario. En la primera información que Mossos d'Esquadra envía de manera interna para alertar de los hechos ya apunta al hallazgo de las dos sillas y de una carta de despedida, un hecho que obliga a pensar que las dos niñas se intentaron quitar la vida de manera voluntaria.

Hacía falta, igualmente, que los agentes de la Unidad de Investigación de la comisaría de Manresa de los Mossos completaran el atestado. La línea principal de investigación era el suicidio, pero la policía nunca descarta nada. Fueron largas horas de investigación, sobre todo, por la cascada de indicios que fueron recibiendo los investigadores, de la familia y el entorno de la víctima, de que alguna cosa no cuadraba.

Muchos protocolos y pocos resultados

Y cuando este atestado todavía no está ni casi empezado, cuando los Mossos pedían tranquilidad para poder trabajar y radiografiar el entorno de las dos gemelas para poder aclarar qué había pasado, y evitar que nada lo pudiera contaminar, el Departament de Educació cometió el primer error. El Ayuntamiento de Sallent, con el alcalde Oriol Ribalta al frente, del mismo partido político que el conseller de Educació, también cayó en el engaño.

Educació y la escuela llegaron a confirmar en dos comunicados diferentes y algunas conversaciones con cámaras en off con los medios de comunicación que se descartaba completamente el acoso escolar como un problema con las dos gemelas. Incluso, desde el consistorio, para reforzar la teoría del departamento, llegaron a explicar que los problemas de las dos niñas podían estar en casa, por su situación de vulnerabilidad económica y social que sufrían. Desde el departamento se llegó a asegurar que los Mossos d'Esquadra también descartaban el bullying, un hecho que Interior tuvo que desmentir. Sin mojarse, esperando el atestado de los investigadores, los Mossos pedían no descartar nada.

Con estas contraversiones llegamos al miércoles por la tarde, 24 horas después de los hechos. La familia de las gemelas empieza a explicar a los medios de comunicación qué dice la carta y que la madre de las dos niñas se quejó en varias ocasiones en el instituto y que nadie hizo nada. Otros padres del instituto también explican que sus hijos les han explicado cómo era el infierno que sufrían las dos gemelas, y otros niños, en este centro de Sallent. Incluso una amiga de AlanaLeila explicó en un vídeo a ElCaso.cat cómo eran atacadas las dos hermanas en el centro y cómo nadie hacía nada. Incluso, las llegaron a castigar a ellas por defenderse. Las amigas han tenido que saltarse la prohibición que les han hecho desde el centro para hablar con la prensa.

Foto Sallent 2
Imagen del exterior del Instituto Llobregat de Sallent, donde iban las dos gemelas / EFE

El jueves por la mañana el atestado de los Mossos todavía no estaba terminado. La policía quería escuchar en declaración a cuantas más personas mejor, para poder ofrecer al juez un mapa lo más claro posible de qué pasó en el piso de la calle de la Estació, pero sobre todo, qué pasó antes. Mientras tanto, Educació y el mismo consistorio no tuvieron más remedio que cambiar de versión. Lo que en un primer momento descartaban, finalmente tuvieron que decir que podría ser. El lenguaje frío y burocrático de los primeros días tenía que virar después de recibir decenas de informaciones sobre el presunto acoso que las dos gemelas de Sallent sufrieron en el instituto. Además de hacer marcha atrás y culpar al instituto por no haberlo detectado, Educació activó a los técnicos de la Unidad de Soporte al Alumnado en situación de violencia (USAV) para abordar este asunto y hacer una investigación paralela para saber qué protocolos fallaron en el caso de Sallent.

Hoy por hoy, y según fuentes de la misma conselleria, el protocolo contra acoso en el Instituto Llobregat de Sallent "no estaba activado porque no había habido indicios de este acoso". Ahora se tendrá que investigar cómo es posible que si la madre se había quejado, los alumnos lo sabían y los profesores habían tenido que actuar, nadie vio los "indicios" y activó el protocolo. Más errores a la lista del caso Sallent.

Sallent no volverá a ser el mismo

Pero si la familia de las dos gemelas nunca más volverá a ser la misma, tampoco lo volverá a ser Sallent. Un episodio así muchas veces no deja de ser una noticia de las muchas que nos llegan cada día, menos cuando esta noticia ha pasado en una calle de tu municipio. Y cuando todo el mundo en Sallent conoce a alguien que ha estudiado, estudia, ha trabajado o trabaja en el Instituto Llobregat. Sallent no volverá a ser el mismo, también por todos los errores que se han detectado, de acompañamiento de las víctimas, de los protocolos que tendrían que hacer de las escuelas y los institutos públicos entornos seguros para los jóvenes del país y, también, por cómo, en un primer momento, por desconocimiento o por cualquier otra razón, los representantes políticos más próximos, el Ayuntamiento de Sallent, fallaron descartando una cosa que se ha acabado confirmando.

Foto Sallent 3
Imagen del altar delante de casa de las gemelas, en la calle de la Estació, en Sallent / EFE

En el atestado que el viernes los Mossos d'Esquadra presentaron a los juzgados de Manresa apuntan claramente al acoso que sufrían las dos hermanas, sobre todo una de ellas, la que quería hacer la transición a niño. Ya se había cortado el pelo y había pedido que la trataran como Iván, un hecho que desencadenó más insultos y agresiones en el centro, sumado también a los insultos y mofas por ser de fuera. Este cúmulo de circunstancias llevaron a las niñas a la situación límite.

Alana será enterrada este domingo

Leila, la hermana que pudo ser trasladada muy grave al Parc Taulí de Sabadell, continúa en estado crítico con importantes lesiones en la cara, en los brazos y también en algunos órganos internos. Ya ha tenido que ser intervenida y harán falta más operaciones, según han explicado fuentes de la familia, como su abuelo, que ya ha llegado de Argentina y se ha desplazado hasta Sallent. El entierro de su hermana gemela Alana tendrá lugar este domingo en una ceremonia que arrancará a las 11 de la mañana y que la familia quiere celebrar en la intimidad.