El uso de aplicaciones de citas para conocer gente nueva o intentar encontrar el amor está cada vez más extendido, pero a veces la persona desconocida que se esconde en el otro lado de la pantalla puede no tener las mismas intenciones. Puede ser que su verdadero objetivo sea buscar a una víctima a quien robar. En este sentido, la Policía Nacional ha anunciado esta semana que ha desarticulado un grupo de ladrones que utilizaba aplicaciones como Tinder o Bumble para captar potenciales víctimas. Se han detenido cinco personas colombianas que habrían cometido cerca de una decena de asaltos a Madrid y Barcelona siguiendo el mismo modus operandi, el conocido método del "beso del sueño".

El beso del sueño, el peligroso método con que drogan a las víctimas

En la técnica del "beso del sueño", los delincuentes buscan hombres en torno a los 60 años, con gran poder adquisitivo y que tengan un perfil abierto en una aplicación de citas. Como cebo utilizan a una chica joven, de unos 20 años, que es quien hace la conexión y quien mantiene las primeras conversaciones. Primeramente, le intenta sacar información y le pide fotografías donde aparezca él, para ver si viste ropa cara o si lleva un reloj de lujo. En caso de que sea así, le pide tener una primera cita, momento en el cual empieza la acción. Durante la velada, la mujer coloca una gran cantidad de somníferos en la bebida de la víctima, que al cabo de poco rato queda inconsciente.

Con el hombre fuera de combate, se suman los otros miembros del grupo criminal y le saquean la casa. Se llevan todo aquello de valor que pueden, desde televisores y ordenadores hasta relojes y joyas. También todo el dinero en efectivo que encuentran y sus tarjetas de crédito, con las cuales se dedican a comprar compulsivamente productos de lujo a través de internet. No es hasta al cabo de entre 24 y 48 horas, a causa de los efectos de la gran cantidad de somníferos que ha tomado, que la víctima se despierta y se da cuenta del robo. En algunos casos, incluso, si la dosis de droga suministrada es muy elevada, el hombre puede tener que acabar en el hospital para recibir atención médica.