Una orden de desahucio acaba con un hombre atrincherado y con una escopeta apuntado a los agentes de los Mossos d'Esquadra. Un vecino de Lloret de Mar (Girona) de 75 años y nacionalidad suiza, al que iban a desalojar de su casa este viernes por orden judicial, ha salido a la puerta del terreno con un arma larga y ha encañonado a los policías, para después volver al interior de la vivienda advirtiéndoles que no tenía ninguna intención de abandonar el inmueble. Los hechos han tenido lugar a primera hora de la mañana, en una vivienda ubicada en la calle de Les Alzines, entre las urbanizaciones de la Riviera y Serra Brava del municipio de la Costa Brava. Finalmente, lo han detenido pocos minutos después de las dos y media de la tarde.
Los Mossos d'Esquadra han llegado esta mañana a la calle de Les Alzines para hacer cumplir una orden judicial de desahucio de la vivienda. Pero el septuagenario no ha estado de acuerdo con este hecho y los agentes se han encontrado a la persona que habita la casa, que todo apunta a que ya no sería el propietario de la vivienda, con una escopeta. Ante la persistencia del hombre y la amenaza del arma de fuego, se ha activado un dispositivo en el cual han participado hasta al mediodía efectivos de Seguridad Ciudadana, antidisturbios del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) e integrantes del Grupo Especial de Intervención (GEI), junto con un equipo de negociadores de la Unidad Central de Secuestros y Extorsiones (UCSE) de la policía catalana.
Las negociaciones para que salga se hacen en alemán
En cualquier caso, el inquilino de la casa ha seguido amenazando con disparar, mientras el dispositivo cada vez se ha blindado más: con varias patrullas de la Policía Local de Lloret de Mar, Bombers de la Generalitat y efectivos del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM). Poco después de las dos del mediodía, el hombre de 75 años todavía continuaba atrincherado y los mediadores de los Mossos d'Esquadra mantienen el diálogo con el individuo, que ha recibido la ayuda de una conocida suya, dado que el septuagenario solo habla alemán y esto dificultaba las negociaciones para que depusiera el arma y se entregase. Finalmente, la policía catalana lo ha detenido pocos minutos después de las dos y media de la tarde. Ninguna persona ha resultado herida en el incidente.