El azar ha llevado a la Guardia Civil a encontrar un arsenal de armas y explosivos de la Guerra Civil Española escondidos en una casa de Calafell, en el Baix Penedès (Tarragona). La semana pasada agentes del Instituto Armado se presentaron en la casa para revisar una colección personal que tenía un hombre de este municipio con el fin de renovar sus permisos de coleccionista. Agentes especialistas en Intervención de Armas y Explosivos, sin embargo, encontraron un arsenal que no estaba declarado y que, al mismo tiempo, era muy peligroso.
Encontraron una serie de armas y material explosivo de la Guerra Civil Española exhibido en varias habitaciones y que no tenían la correspondiente licencia y certificado de inutilización. Como no disponía de estos permisos, la Guardia Civil las intervino, después de ser retiradas con seguridad, teniendo en cuenta que no únicamente había armas, pistolas y escopetas, también había explosivos de grandes dimensiones y granadas de mano.
En total, según ha informado este martes a la Guardia Civil, se encontraron 28 armas cortas, 19 armas largas, 16 granadas de mano y 4 proyectiles de artillería de los diversos bandos de la guerra española. Los especialistas en desactivación de explosivos TEDAX de la Guardia Civil se desplazaron hasta Calafell para hacer la retirada de los artefactos con seguridad. Una de las granadas de mano que el hombre guardaba conservaba toda la carga explosiva y mecanismo de activación, por lo cual se procedió a retirarla de manera segura e inutilizarla para evitar riesgos.
Desde la Guardia Civil se avisa de que siempre hay que tener en cuenta que este tipo de material, sean armas o artefactos, pueden ser muy peligrosos si se guardan sin haber pasado todos los controles que marca la ley y hay que asegurarse de que tienen todos los documentos, como el de inutilización, en regla. En Calafell la Guardia Civil intervino todos los artefactos.
Granadas de mano, las más peligrosas
Desde 1985, los TEDAX de la Guardia Civil en Tarragona ha recuperado y neutralizado unas 900 granadas de mano procedentes de la Guerra Civil Española, un hecho que suponen un 40% del total de artefactos explosivos encontrados en la demarcación y son sin duda el elemento más peligroso a causa de la facilidad para activarse de forma accidental.