La madre de Antonio David Barroso Díaz, el menor de 15 años que desapareció el domingo de su casa de Morón de la Frontera, en Sevilla, asegura ahora que el niño hacía días que estaba muerto.
Sin rastro de Antonio, el menor con discapacidad desaparecido
Todo empezó el domingo, día 12 de septiembre, en Morón de la Frontera, Sevilla. Macarena Díaz, de 38 años, cogió a su hijo Antonio David, de 15 años, que padece síndrome de West y que necesita ir en silla de ruedas, y se fue en coche.
A las siete de la tarde del mismo día, tras cientos de kilómetros recorridos, madre e hijo llegaron al hotel Perales de Talavera de la Reina, en Toledo.
Según relató el recepcionista, salieron al día siguiente sobre las siete de la mañana, antes de que la recepción se abriese. El empleado solo pudo ver que el niño iba en su silla de ruedas, tapado con unas mantas y explicó que al salir se montaron en el coche y se dirigieron hacia Madrid.
Fue la última vez que alguien vio a Antonio David.
La madre confiesa haberlo matado y tirado a un contenedor
Escasas horas después, el personal de una gasolinera de Carabias, en Segovia, avisaba a una patrulla de la Guardia Civil que hacía un control en la zona y que acudió para encontrar a la madre muy alterada.
Según se ha podido saber y recoge el medio Nius, la mujer padece un trastorno bipolar y esquizofrenia, ambos diagnosticados y con medicación recetada. Pero hacía días que había dejado de tomarla. Desde que la encontraron hasta ahora, se encuentra bajo un brote psicótico que de momento no remite, informa el mismo medio.
Buscan el cuerpo en las afueras de Madrid
Los agentes que acudieron a la gasolinera llamaron a la otra hija de la mujer, una chica de 18 años, Míriam, que hace un mes tuvo un bebé. Ella preguntó por su hermano, al que no podían encontrar en Sevilla, pero no había rastro de él en el coche encontrado en Segovia.
Cuando le preguntaron, Macarena, la madre, confesó: "Lo he matado y lo he tirado en unos contenedores que hay en una de las salidas de Madrid, junto a un edificio blanco", recoge ABC.
Sin embargo, la confesión y todas sus declaraciones son "inconexas" y llenas de "incongruencias", y ha sido internada en la unidad de psiquiatría de un hospital de Segovia.
La madre dice ahora que el niño llevaba días muerto
Según lo que se ha podido extraer de sus explicaciones, la zona en la que podría estar el cuerpo del menor estaría entre el centro comercial Xanadú, en Arroyomolinos, y el municipio de Móstoles, especifica Nius.
Ahora, sin embargo y como otras veces, el relato cambia, y Macarena ha explicado a los psiquiatras que el niño había fallecido y ella sacó el cadáver de la casa fingiendo que seguía vivo. Pretendía llegar a Galicia, aunque su relato es confuso y presenta muchas incoherencias.
Fingía que seguía vivo por miedo a perder la custodia
Los padres de Antonio David y Míriam llevaban separados desde 2007, cuando la custodia quedó a cargo de la madre y se fijaron los horarios de visita del padre.
Pero la relación de Macarena con la hija mayor se rompió hace un mes, cuando la joven, de 18 años, dio a luz a un bebé y la mujer le echó de casa. Ahora se sospecha que todo vino motivado por el miedo de la madre a perder la custodia del menor debido a su condición mental.
Fue la misma joven la que acudió al inmueble el lunes ante las sospechas de la desaparición de su hermano. Al entrar lo encontró vacío: Macarena había sacado los muebles y los propios vecinos detallaron que había colgado anuncios con su teléfono para vender la vivienda.
Es por eso que investigadores de la unidad de homicidios de la Policía Nacional han acudido al domicilio, en el número 2 de la calle Los Molares de Morón de la Frontera, para revisarlo en busca de pistas y reconstruir la cronología de los hechos.
La última novedad ha sido el hallazgo del teléfono móvil de la mujer en un contenedor, que ha descartado la posibilidad de rastrear la señal para reconstruir la ruta que hicieron antes de que la madre fuera interceptada en Segovia.