La Policía de Andorra investiga la muerte de un hombre catalán, vecino de Roda de Berà, que fue encontrado sin vida este martes por la mañana en Arinsal, en Andorra. Se trata de un hombre de 41 años que estaba alojado en un hotel de la zona, tal como se ha podido confirmar con las huellas dactilares después de la colaboración de la Interpol.

El hombre no iba identificado en el momento que fue localizado, pero se encontró la documentación en el hotel donde estaba alojado; con la reseña dactilar y la colaboración de la Policía Nacional española, se ha podido confirmar que el hombre encontrado muerto en el río Pollós era un turista que vivía habitualmente, según ha podido saber ElCaso.com, en la zona del Camp de Tarragona. El lugar donde fue localizado el hombre es un sitio turístico de este pueblo de la parroquia de la Massana del país de los Pirineos.

Muerte de un golpe a la cabeza y ahogado en el río

El hombre tenía un fuerte golpe en la cabeza y quedó bocabajo en el río, causándole el ahogamiento, según las primeras informaciones. La Policía de Andorra y la batllia de guardia, el juzgado de Andorra, investigan el caso para aclarar como murió y si hay algún trasfondo criminal.

Hoy por hoy, sin embargo, todavía no se han conocido más detalles del caso y la Policía de Andorra espera que el caso avance judicialmente, a la batllia de guardia, la encargada de hacer el levantamiento del cadáver el martes en torno a las diez de la mañana y quien ha ordenado la autopsia del hombre catalán. La documentación se encontró en la habitación del hotel donde estaba alojado el hombre, que estaba en perfectas condiciones. Desde el hotel explicaron a la policía que el hombre tenía reserva para tres noches y que ya había pagado la estancia. No habían notado, en el cliente, nada extraño.

Según las informaciones que se han conocido hasta ahora, el hombre presentaba un fuerte golpe a la cabeza, que podría ser compatible con una caída. No tenía heridas de arma blanca ni tampoco de arma de fuego. La investigación tendrá que aclarar si, tal como todo parece indicar, el turista murió accidentalmente o si fue herido por una segunda persona. Este último extremo, hoy por hoy, parece descartado. Se desconoce qué hacía en Andorra a este hombre catalán vecino de la zona de Tarragona.