Adriàn Molina va por el camino de convertirse uno de los delincuentes más famosos de las prisiones de Catalunya. Saltó a la fama cuando el pasado mes de abril organizó una fuga de película en Terrassa. Después de varias semanas fue arrestado y volvió a ingresar en la prisión de Lledoners (Barcelona), pero hoy, y según ha podido saber El Caso, quería volver a escapar. No lo ha conseguido, los Mossos han abortado el plan que tenía el joven delincuente para volver a desaparecer del mapa.

El plan de fuga de Adrián Molina

Hoy se ha suspendido el traslado que tenía que hacerse para transportar al interno a declarar ante el juez del penal 2 de Terrassa, donde tenía un juicio programado. El pasado 11 de abril de 2020, en pleno confinamiento por el coronavirus, agentes de los Mossos d'Esquadra lo pararon en un control en Vacarisses, pero él se escapó, intentando también atropellar a los policías que estaban participando del control. Escapó haciendo conducción temeraria, poniendo en peligro a varias personas, y se escondió en una casa que no era suya, saltando también por encima de coches. Finalmente, fue arrestado y ahora está acusado, entre otras cosas, por hurto, conducción sin carné y desobediencia a agentes de la autoridad, hoy se tenía que celebrar el juicio, pero finalmente se ha suspendido.

Adrián Molina, en una imagen de su ficha policial / Cedida

Adrián Molina hacía días que sabía que hoy, 11 de julio, saldría de la prisión de Lledoners para ser trasladado hasta Terrassa para declarar en este juicio. Y ya tenía orquestado un nuevo plan para escapar de la prisión. Según ha podido saber El Caso de fuentes policiales, Molina había organizado con sus cómplices una nueva evasión, en este caso, su intención era hacer chocar un coche contra el vehículo policial que lo tenía que trasladar, cuando estuvieran cerca de los juzgados de Terrassa. Sus cómplices, como también pasó en la fuga de la rambla de Terrassa, lo hubieran liberado del coche accidentado y se hubieran fugado por segunda vez.

Para evitar el ataque, que habría podido ser muy peligroso, por los agentes de los Mossos y también por los amigos de Molina y él mismo, se ha decidido aplazar el traslado y comparecer ante el juez por videoconferencia desde la misma prisión. Los Mossos d'Esquadra mantienen abierta una investigación para aclarar quién había ayudado a Molina a preparar este nuevo plan de huida y si tenían capacidad o no de atacar el coche de los Mossos para liberar al joven. No consta que haya detenidos. La ficha policial de Molina ya detalla que es un preso que tiene antecedentes por intentos de fuga.

La primera fuga de Adrián Molina

Las imágenes de la primera fuga de Adrián Molina todavía se recuerdan. Aprovechando una visita al dentista, que tenía concertada en una clínica privada del centro de Terrassa, pactó con unos amigos que atacarían los Mossos con un extintor con el fin de crear confusión y poder escapar.

 

Días antes se había lesionado las muñecas de manera intencionada a fin de que los agentes que lo custodiaban no le presionaran a las esposas, y de esta manera, en el momento del ataque con el extintor, poder escapar. Y así fue. Se marcharon de Terrassa con un coche que apareció aquella misma noche a Rubí, abandonado, pero sin ni rastro de Molina y de sus colaboradores. Uno de los cómplices, que pudo ser identificado por los Mossos, fue detenido días después en el Bages, cuando escapó de la policía en un control en moto.

Trasladado con grandes medidas de seguridad

El joven de 22 fue arrestado el 8 de junio en Montcada i Reixac, en un taller de motos. Se había pasado el fin de semana en Montmeló, donde se celebraba el GP de Catalunya de motocicletas y donde se reúnen miles de aficionados de este deporte de motor. Se hacen conciertos y exhibiciones y Molina fue visto por los agentes que lo seguían, en su Instagram, dónde colgaba imágenes en estos encuentros. Al cabo de pocos días lo detuvieron, cuando lo pudieron localizar. El juez de guardia ordenó su reingreso a prisión, donde fue trasladado con grandes medidas de seguridad, con un convoy de agentes del Área Regional de Recursos Operativos (ARRO) de los Mossos. Llegó sin problemas a Lledoners, donde ahora, de momento, seguirá.