Abigail Furness, una joven británica de 21 años, habla después de sufrir el acoso de un hombre de 37 años durante meses. Jamie Spears la espiaba y perseguía cada día, y llegó a viajar a Ibiza, donde la víctima había volado para trabajar, con tal de seguir acosándola.
La pesadilla de Abigail, acosada durante un año
La pesadilla empezó en junio de 2020, cuando Abigail estaba visitando a sus padres en Kent, Reino Unido, para celebrar su 20 cumpleaños. Durante el día, varios amigos acudieron a su casa para llevarle regalos, pero una de las visitas la dejó desconcertada: un hombre al que no reconocía apareció con una botella de champán.
La joven asumió que se trataba de alguien con quien había ido al colegio y que no recordaba, por lo que "aceptó de mala gana" cuando le pidió un abrazo y un selfie. El horror llegó cuando abrió la tarjeta que acompañaba el regalo y vio que estaba firmada con el nombre "JP Master".
Un suscriptor de OnlyFans obsesionado
Se trataba de uno de sus suscriptores de OnlyFans, la famosa página web de suscripción de contenido en la que los usuarios que suben vídeos o emiten en directo pueden obtener ingresos a partir de los suscriptores a su perfil, denominados fans. Parte del contenido es de carácter pornográfico, lo que ha levantado diversas polémicas a su alrededor desde su salto a la fama.
Abigail, estudiante, bailarina y tragafuegos, declara al medio The Sun: "No entendía cómo había conseguido la dirección de mis padres. Presa del pánico, le envié un mensaje y le dije que no me contactara de nuevo. Él respondió disculpándose y prometió que no volvería a suceder".
Persecuciones por la calle para decirle que le quiere
Pero la historia no había hecho más que empezar. Y es que días después del incidente por su cumpleaños, la víctima se encontraba haciendo la compra en Brighton con un amigo cuando vio a Spears en la calle principal.
La pareja corrió a una tienda y se escondió, pero el acosador de Abigail le dijo que la amaba y quería estar con ella. Incluso cuando el cajero lo echó de la tienda, Spears continuó siguiendo a Abigail hasta que ella le pidió a un grupo de hombres que lo ahuyentaran.
Viaja a Ibiza para seguir acosándola
Intentando no pensar más en el tema, la joven voló a Ibiza para trabajar tres meses como bailarina. A los dos días de aterrizar, su acosador le envió un mensaje diciendo que él también estaba en la isla. "Estaba aterrorizada", relata la joven, a quien los amigos con los que estaba convencieron para salir a tomar algo y distraerse.
Pero, estando en el bar, la chica vio a Jamie fuera del bar, mirándola a través de la ventana. Después de huir por otra puerta para no ser vistos, el hombre la siguió hasta la casa en la que veraneaban, a donde tuvo que ir corriendo. No fue hasta que sus amigos se enfrentaron a él cuando Spears se fue de la isla.
Disfraces y mensajes continuos
Sin embargo, en septiembre de 2020, cuando ella volvió a Reino Unido para empezar su tercer año de universidad, el acoso se intensificó.
Primero, sus compañeras de casa vieron a Spears asomándose por la ventana de la habitación de Abigail en su casa universitaria en Brighton. Después, el fan empezó a bombardearla con mensajes en todas sus redes sociales, a pesar de que la víctima le bloqueó en Facebook, Instagram y OnlyFans.
También empezó a perseguirla cada día por la calle, incluso disfrazándose para no ser reconocido. Una de las secuelas que la joven lamenta más es que ahora siempre está "mirando constantemente hacia atrás, por encima del hombro".
Condenado a 14 meses de prisión
Demasiado asustada para salir de casa, en febrero de este año llegó el detonante: Spears estaba acechándola en el porche de su jardín, por lo que Abigail llamó a la policía y se emitió una orden de alejamiento por acoso. "Pensé que lo detendrían, pero dos semanas después lo vi en la calle, escondido detrás de los coches y siguiéndome".
Esta vez fue detenido y tuvo que comparecer en abril ante los juzgados de Lewes, donde se declaró culpable de violar la orden de alejamiento. Cinco meses después fue descubierto de nuevo acosando a la joven, por lo que fue condenado a catorce meses de prisión, donde ingresó la semana pasada.
"Jamie hizo de mi vida un infierno. Durante mucho tiempo viví con el miedo constante de que me estuviera mirando. Ahora que finalmente está tras las rejas, puedo seguir adelante con mi vida", concluye aliviada Abigail.