Las ciberestafas ya se han convertido en una amenaza existente en nuestro día a día. Prácticamente, no hay uno en que no nos llegue un mensaje SMS, un WhatsApp, un correo electrónico o una llamada telefónica de alguien que intenta engañarnos para robarnos los datos personales o el dinero. Sin embargo, hay ciertos trucos para evitar caer en este tipo de estafas, aunque en muchas ocasiones puedan llegar a ser prácticamente indetectables. Concretamente, hay tres pasos, avalados incluso por el mismo FBI que permiten identificar un fraude en cuestión de segundos.

Los trucos para no caer en una estafa

Lo primero que puede alertar de una estafa es que apelen al miedo o que nos pidan hacer alguna cosa con urgencia, llegando incluso a posibles amenazas en caso de no hacerlo. Por ejemplo, un mensaje haciéndose pasar por una plataforma de suscripción diciendo que si no se aportan los datos para renovarla, se suspenderá. En estos casos, el objetivo es que la víctima actúe deprisa sin tener tiempo de pensar que se trata de una estafa o a verificar la información.

Un segundo truco puede ser revisar completamente el correo electrónico buscando cualquier posible detalle que deje la estafa al descubierto. Hay que revisar la dirección del remitente, ya que muchas veces puede verse claramente que es falso o incluso se limita a incluir letras y números sin ningún tipo de sentido. También puede hacer falta comprobar cualquier error ortográfico que pueda aparecer y si hay algún detalle o alguna información que pueda ser falsa o incorrecta.

Por último, el tercer consejo que dan las autoridades para no caer en una estafa es que no se facilite nunca información ni entrar en ningún enlace que pueda parecer sospechoso. En caso de cualquier duda, más vale ir antes a comprobar la página web oficial que lo que nos piden es real y que efectivamente existe alguna notificación pendiente. De esta forma, se podrá asegurar de que no se cae en la estafa. Estos pasos son solo cuestión de unos pocos segundos, pero que pueden acabar ahorrando un quebradero de cabeza y la pérdida de dinero o de información íntima y personal.