Ya está aquí agosto y mucha gente aprovecha para cogerse unos días de vacaciones, con el consiguiente aumento de tráfico en las diferentes plataformas para reservar vuelos y alojamientos. El periodo estival -junto con Navidad y Semana Santa, cuando se concentran la mayoría de viajes- es el momento perfecto para que los estafadores intenten hacer de las suyas. Aparte del habitual consejo de desconfiar de alojamientos demasiado baratos, desde los Mossos d'Esquadra denuncian una nueva táctica de los ciberdelincuentes que consiste en hacer llegar un mensaje suplantando la página web Booking para intentar engañar a los usuarios que ya hayan reservado sus hoteles o apartamentos diciendo que ha habido un problema con la gestión. Todo, para intentar vaciar los bolsillos de potenciales víctimas que, por miedo a perder la estancia, siguen las indicaciones de los estafadores sin pararse a pensar si es una solicitud legítima o si los están engañando.

El falso mensaje de Booking que te puede hacer perder mucho dinero este verano

Desde laAgència de Ciberseguretat de Catalunya han detectado esta nueva ciberestafa que se hace pasar por Booking enviando mensajes fraudulentos a sus clientes. Los delincuentes acceden a las cuentas de alojamientos legítimos -el peligro no es que no existan, como en otras estafas que se suelen hacer durante el mismo periodo- y contactan con las personas que han hecho una reserva suplantando la identidad de los propietarios de los apartamentos turísticos o de los gerentes de los hoteles.

La estafa puede llegar por la plataforma de Booking o a través de WhatsApp / Agència de Ciberseguretat de Catalunya.

El mensaje no hace dudar en ningún momento, ya que la mayor parte de las veces llega desde la misma plataforma, a través de la web o de la aplicación, o incluso por WhatsApp, pero siempre con un perfil que simula ser el del alojamiento donde se ha hecho la reserva. En este primer contacto, los estafadores hacen creer a las víctimas que ha habido un problema con el pago y piden que confirmen sus datos accediendo a un enlace fraudulento donde se pide su información bancaria.

El tono de urgencia con el que se escriben estos mensajes juega en contra de las víctimas quienes, para no quedarse sin vacaciones, clican el enlace y rellenan el formulario con consecuencias nefastas: los ciberdelincuentes podrán hacer cobros, dejando sin dinero a la persona que haya caído en la trampa.