La Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) obligó a pagar a un parque 250.000 euros por un motivo muy sencillo: obligar a sus visitantes a registrar su huella digital al entrar en el recinto. Algunos clientes, enfadados con la medida, pusieron una reclamación en la empresa por obligarlos a darlos sus datos biométricos, y la AEPD, que lo consideró una falta muy grave, multó a la entidad por un cuarto de millón de euros, ya que es ilegal forzar a los clientes a dar esta información que, si se filtra, les puede dar muchos problemas.

Se trata de la empresa que gestiona Loro Parque y Siam Park, un zoo y un parque acuático respectivamente que, para entrar en sus recintos, obligan a los clientes a escanear su huella. Los denunciantes se quejaron de que en ningún sitio informa de eso cuando se compran las entradas. Desde los sitios les decían que era para comprobar que fuera la misma persona quien entraba en los dos lugares, que si no escaneaban el dedo no podían entrar, y si no les gustaba esta medida podían pedir una devolución, pero si se habían comprado los tickets más de quince días antes, no se tenía opción a una devolución. Los afectados decidieron poner una reclamación y, de forma totalmente inesperada para la empresa, el AEPD ha decidido que tienen razón, que no se puede obligar a ceder este tipo de información por los riesgos que comporta y que tendrán que pagar 250.000 euros como sanción.

Quejas de la empresa

Según el AEPD, entre la entrada QR y las huellas, se podía identificar perfectamente a los clientes, lo que implicaba un riesgo para la seguridad de los usuarios, motivo por el cual se les ha multado. El grupo Loro Parque S.A. se quejaba, diciendo que esta medida sirve simplemente para comprobar que sea la misma persona quien entra en los dos recintos sin necesidad de revisar quién compró las entradas o pedir el DNI, agilizando el proceso de admisión.