Las estafas telefónicas se han multiplicado en los últimos años, y han llegado a un punto en el que a menudo es casi imposible saber si nos están intentando engañar o si nos dicen la verdad. Uno de los métodos más comunes actualmente es el vishing. Los estafadores utilizan esta estrategia para conseguir los datos personales y bancarios de sus víctimas, que aprovechan para hacer pagos no autorizados con las tarjetas de crédito o débito de las personas afectadas, o transferencias fraudulentas de dinero. Este método de estafa presenta, sin embargo, algunas diferencias con otros métodos populares, el phishing y el smishing; diferencias que lo convierten en un método peligroso debido a la facilidad con la que las víctimas caen en el engaño.
La Policía Nacional ha vuelto a avisar a la población de este peligro, que si bien no es nuevo, vuelve a crecer con energías renovadas. Tal como advierten las autoridades, el caso más usual es el de hacerse pasar por un trabajador del banco, estrategia que utilizan para conseguir la información de la cuenta de las víctimas para poder retirarles el dinero. Los delincuentes se hacen pasar por un trabajador del banco, se ganan la confianza de sus objetivos y los asustan con unos supuestos movimientos bancarios no autorizados que ponen en peligro sus ahorros. Una vez han conseguido que la víctima lo pase mal, les ofrecen una solución facilísima: darles la información necesaria para acceder a las cuentas para que el banco se haga cargo del problema y la víctima pueda respirar tranquila. Por desgracia, sin embargo, la realidad es justamente la contraria, en el momento en que la víctima cede y da la información, los ladrones aprovechan para vaciarle la cuenta.
Colgar la llamada
Es muy importante recordar que desde el banco nunca nos pedirán información confidencial, como las palabras de paso y las contraseñas de nuestras cuentas bancarias. En caso de duda, lo mejor siempre es ir presencialmente al banco, para evitar cualquier posible engaño, o como mínimo, se recomienda colgar y volver a llamar al número oficial de nuestra entidad bancaria para asegurarnos de que lo que nos han dicho antes es cierto.