La Guardia Urbana de Tarragona lanza un aviso: la venta de patinetes eléctricos que no cumplen con la normativa está aumentando, y estos vehículos representan un grave riesgo para la seguridad vial. Además, constituye un delito con penas de prisión. A menudo, los compradores desconocen que han adquirido un aparato ilegal que supera los límites establecidos para ser considerado un vehículo de movilidad personal (VMP). Estos patinetes, que pueden alcanzar velocidades de hasta 100 km/h, son vehículos de motor no homologados y, por lo tanto, requieren permiso de conducir, seguro obligatorio y otros requisitos que muchos usuarios no cumplen. Estos delitos contra la seguridad del tráfico pueden implicar penas de prisión.

Este fenómeno, según informa la policía de Tarragona, se debe principalmente a la comercialización de patinetes por parte de empresas extranjeras que operan a través de internet, lo que dificulta el control de las autoridades durante el proceso de compra. Los compradores, pensando que adquieren un patinete reglamentario, terminan poniendo en riesgo no solo su seguridad, sino también la de otros usuarios de la vía pública. En el mes de octubre, por ejemplo, la Guardia Urbana interceptó dos vehículos que, aunque parecían VMP, superaban los 25 km/h permitidos y alcanzaban velocidades de 48 km/h. Los aparatos fueron inmovilizados inmediatamente por incumplir la normativa, ya que se consideraba que no podían circular con garantías de seguridad.

Puedes acabar en prisión

Las consecuencias legales por utilizar estos vehículos pueden ser graves. Los conductores que circulan con patinetes no homologados se enfrentan a denuncias penales por un delito contra la seguridad vial, ya que conducen un vehículo de motor sin disponer de la licencia requerida. Además, la falta de seguro obligatorio, también necesario para estos aparatos, puede derivar en una segunda infracción que conlleva sanciones adicionales. Por este motivo, la policía local insiste en la importancia de verificar la legalidad de los patinetes antes de comprarlos.

Los compradores deberían asegurarse de que sus VMP cumplen con todos los requisitos técnicos y administrativos. Esto incluye comprobar que el modelo figura en el listado de homologados publicado en la web de la DGT y que, en el momento de la compra, se entregan documentos como la ficha técnica y la placa identificativa que acrediten que se trata de un vehículo legal. Sin esta documentación, es probable que el patinete no sea apto para circular.

Además de controlar la legalidad del vehículo, la Guardia Urbana también recuerda la necesidad de respetar las normas de uso para garantizar una convivencia segura. Es obligatorio llevar casco y está prohibido llevar pasajeros o circular por aceras y zonas reservadas para peatones. Tampoco se permite conducir bajo los efectos del alcohol o drogas, ni usar móviles o auriculares durante la conducción. En horario nocturno o en condiciones de baja visibilidad, es necesario llevar iluminación y chalecos reflectantes homologados.

Gato por liebre

En definitiva, adquirir un patinete eléctrico puede parecer una opción cómoda y ecológica, pero hacerlo sin verificar su legalidad puede conllevar consecuencias graves, tanto en el ámbito personal como legal, con penas de prisión. La Guardia Urbana insta a la responsabilidad y la precaución para evitar riesgos innecesarios y contribuir a una seguridad vial para todos.