Cuando los Bombers de Barcelona acudieron a apagar un incendio en un piso del distrito de Sant Martí de Barcelona el pasado 30 de noviembre, lo último que esperaban encontrar allí era marihuana. Y mucho menos pensaron que al día siguiente la situación se repetiría: los llaman por un fuego declarado en una vivienda del mismo distrito y, cuando lo apagan, aparece un segundo cultivo. Según las estimaciones de los Mossos d'Esquadra, entre las dos plantaciones sumaban el 20% de todas las que desmantelan en la capital en un año: 2.000 plantas escondidas en dos pisos alquilados, que lo único que tenían de ilegal era esta droga.

Estos incendios, que no tenían relación entre ellos, permitieron a la policía catalana detener a tres personas, de entre 25 y 49 años: una relacionada con la primera plantación, sin antecedentes; y dos en la otra. En este último caso, solo uno de los supuestos delincuentes había sido arrestado antes, en concreto, en dos ocasiones, por hechos similares. La nacionalidad de los tres arrestados no se ha comunicado. En el caso del primero, pasó a disposición judicial, mientras que los otros dos no llegaron a ser trasladados ante el juez.
La sobrecarga de los cables por tener la luz pinchada provocó los incendios
La investigación policial ha determinado que ambos incendios fueron provocados por una sobrecarga de la instalación eléctrica de los inmuebles. Los delincuentes tenían la luz pinchada -una práctica habitual cuando se trata de las plantaciones indoor-, que de por sí ya supone un evidente riesgo de incendio que se agrava si tenemos en cuenta la elevada carga eléctrica y que los pisos estaban llenos de plantas. En este sentido, los técnicos de Endesa que revisaron las instalaciones calcularon que la energía defraudada ascendería a 452.936 kWh, el equivalente al consumo anual de 130 viviendas.

En el primer caso, que tuvo lugar sobre las once de la mañana del domingo pasado, en la calle de Zamora, los agentes intervinieron 1.200 plantas en diferentes fases de floración, 60 pantallas de iluminación, aires acondicionados y ventiladores. Al día siguiente, en la calle de Auger, a las diez de la noche, se encontraron 700 plantas y diversos elementos propios de los cultivos de marihuana. El total de la droga intervenida tiene un valor de 127.000 euros en el mercado negro.