Cada vez está más presente el riesgo de ser estafados a través de internet. Hay una gran variedad de métodos diferentes que buscan robarnos los datos y el dinero, y, si nos convierten en el objetivo de un engaño, puede ser muy complicado evitarlo y muy tentador picar en la oportunidad que nos ofrecen o la amenaza de que nos presentan. Imaginemos que hemos recibido una llamada fraudulenta, nos la hemos creído y hemos dado nuestros datos. Ahora el ciberdelincuente tiene información privilegiada nuestra, como por ejemplo nuestro DNI. Evidentemente, eso no es bueno, pero ¿qué es exactamente lo que pueden hacer los estafadores con esta información?
La respuesta rápida es que si alguien tiene tu DNI, puede suplantarte la identidad, pero ¿qué implica eso? Si alguien se puede hacer pasar por ti te puede vaciar fácilmente los bolsillos. El ladrón podría abrir cuentas bancarias, pedir préstamos, hacer transferencias y, en definitiva, acumular deudas que no le afectan a él, sino que quedarán registradas en tu nombre, pero no está limitado a opciones bancarias. Una de las cosas más habituales por parte de los ciberdelincuentes es contratar servicios o hacer compras online haciéndose pasar por su víctima sin que esta sepa nada, pero sufriendo todas las consecuencias.
Estafar nuestros contactos
A veces no buscan acceder a nuestro banco, sino que simplemente se quieren esconder detrás de nuestra identidad para evitar problemas legales, y, de paso, aprovecharse de nuestros contactos, ya que es mucho más probable que hagas clic en un enlace fraudulento si te lo envía un familiar o un amigo que si te llega de un número desconocido, por estos motivos muchas veces se hacen pasar por nosotros para engañar a todos los nuestros conocidos, quitarles el dinero y dejarnos el problema a nosotros. Por lo tanto, es muy importante que nunca demos el DNI ni otros datos si no estamos totalmente seguros de a quién le estamos confiando la información.