Cada vez son más las formas que tienen los estafadores de poder robarnos el dinero. El uso de la tecnología, más allá de facilitarnos la vida cotidiana, también ha abierto una puerta a nuevas amenazas como pueden ser los fraudes digitales. Por este motivo, en los últimos tiempos ha habido un gran crecimiento de las ciberestafas a través de correos electrónicos, mensajes de WhatsApp o llamadas telefónicas. No obstante, también hay fraudes en los cuales se puede utilizar la tecnología sin tener ningún dispositivo en la mano. De hecho, con una nueva estafa que se ha empezado a detectar, la conocida como estafa del datáfono, el delincuente ni siquiera hace falta que esté al otro lado del aparato. Puede estar a solo un metro de distancia y robarte el dinero sin que te des cuenta de su presencia.

Se extiende la estafa del datáfono

Para llevar a cabo esta estafa, los delincuentes adquieren un Terminal de Punto de Venta (TPV), conocido popularmente como datáfono, como los que utilizan los comercios para cobrar con tarjeta. Los estafadores, sin embargo, lo utilizan para ir cobrando a la gente por la calle. Lo hacen normalmente en lugares llenos de gente donde puedan pasar desapercibidos, como por ejemplo en el transporte público, en centros comerciales o en acontecimientos masivos. Introducen en el terminal que quieren hacer un pequeño cobro de cinco o diez euros y buscan personas que guarden su tarjeta en los bolsillos, normalmente de los pantalones. Se acercan de manera disimulada y le aproximan el aparato, que hace el pago con la función contactless sin que, al ser una cantidad baja, se solicite la introducción del PIN.

En un abrir y cerrar de ojos, los cinco o diez euros pasan de la cuenta de la víctima a la del estafador sin que el damnificado haya sido consciente y sin haber podido hacer nada para evitarlo. La estafa, incluso, se puede hacer teniendo la tarjeta guardada dentro de la cartera. No es hasta al cabo de un rato, en el momento de mirar la cuenta, que la víctima descubre el pago y no sabe de dónde ha salido. A veces, incluso, si la persona no es mucho de entrar a revisar las transacciones bancarias, ni se acaba dando cuenta de que le han robado. Así, de cinco euros en cinco euros, los estafadores van acumulando una suculenta cantidad de dinero. Por este motivo, se recomienda tomar todas las precauciones posibles y llevar la cartera y la tarjeta guardada en un lugar seguro.