Hace tiempo que WhatsApp se ha convertido en un nido de estafas. Aunque la culpa sea de algunos de los usuarios y no de la aplicación, es innegable que el riesgo de estafas empeora gravemente la experiencia de las personas con este servicio de mensajería instantánea. Los engaños son de lo más diversos: a veces nos quieren engañar ofreciéndonos falsos premios, con ofertas de trabajo fraudulentas o con supuestas multas sin pagar. Si los ciberdelincuentes merecen algún reconocimiento, es por su inagotable imaginación. Por desgracia, esta imaginación se utiliza para intentar arruinar a las víctimas y dejarlas sin dinero. Afortunadamente, tanto los cuerpos policiales como desde WhatsApp, ofrecen varios consejos que nos permitirán evitar a los ladrones y las estafas. Aunque nos permitirá respirar tranquilos, eso no quiere decir que no tengamos que bajar la guardia.
La Policía Nacional nos ofrece una serie de recomendaciones sencillas y efectivas. Si recibimos una llamada o un mensaje sospechoso, no debemos dar tiempo al ciberdelincuente para convencernos: ante la primera duda, lo mejor es colgar la llamada o ignorar el mensaje. También es fundamental bloquear el número para evitar futuros engaños y, evidentemente, no proporcionar ninguna información personal ni clicar en enlaces desconocidos. En muchos casos, la rapidez y la prudencia son la mejor protección contra las estafas.
Por otro lado, WhatsApp cuenta con herramientas internas para proteger a sus usuarios. La aplicación permite denunciar mensajes sospechosos, bloquear contactos y activar la verificación en dos pasos, que añade una capa de seguridad adicional a nuestra cuenta. También es recomendable mantener la aplicación actualizada, ya que las versiones más recientes incluyen mejoras de seguridad que dificultan el acceso no autorizado.
No creerse aquello que es demasiado bueno
Es importante estar atento a las alertas de seguridad que WhatsApp envía de manera periódica, y desconfiar de todo aquello que parezca demasiado bueno para ser verdad. Esto incluye concursos, promociones u ofertas de trabajo que nos prometen grandes beneficios con poco esfuerzo. Los ciberdelincuentes utilizan técnicas como la suplantación de identidad, haciéndose pasar por conocidos, empresas o instituciones oficiales, para ganar la confianza de la víctima y conseguir los datos o el dinero.
Las estafas en WhatsApp no solo pueden suponer pérdidas económicas. También pueden tener efectos psicológicos, generando estrés, ansiedad y sensación de vulnerabilidad. Por eso es importante educarnos y educar a nuestros familiares, especialmente a los mayores, que a menudo son más vulnerables a estos engaños.