La Audiencia de Barcelona ha condenado a 20 años de prisión al hombre acusado de matar, con violencia y de manera intencionada, a su cliente, Oscar, en una fiesta sexual en una casa de Vallgorguina, en el Vallès, en febrero de 2023. El jurado popular lo declaró culpable de asesinato con alevosía y la magistrada ha impuesto la pena que reclamaban tanto la Fiscalía como la acusación particular, ejercida por el abogado Ignacio García-Vituri en nombre de la familia de la víctima. Aparte de la pena de prisión, el condenado deberá cumplir cinco años de libertad vigilada e indemnizar a la familia con un total de 537.000 euros: 100.000 euros para cada uno de los progenitores, 30.000 para la hermana, 400.000 para la hija y 7.000 para la expareja, según ha podido saber ElCaso.com.
El hombre tomó drogas sabiendo que lo volvían violento
La defensa había intentado aplicar la atenuante de alteración por consumo de drogas, pero la magistrada lo ha descartado. Considera que, a pesar de haber consumido GHB y metanfetamina, el hombre era perfectamente capaz de entender la peligrosidad de sus hechos. Para reforzar esta conclusión, la sentencia se basa en un episodio ocurrido solo dos días antes del crimen.
En aquel caso, el condenado, que era cliente de prostitución masculina, mantuvo un encuentro similar en Londres con otro hombre y, tras consumir las mismas sustancias, mostró comportamientos confusos y agresivos: decía oír ruidos inexistentes, estaba asustado e incluso confundió a la persona con la que estaba con otra. Su pareja sexual de aquel día le advirtió al día siguiente de los riesgos de volver a consumir y le expresó el temor de que pudiera reaccionar con violencia —incluso usando un cuchillo— si volvía a sentirse desorientado. Este hecho fue clave para la acusación al querer condenar al hombre por asesinato, tal como finalmente se ha conseguido.
El jurado entiende que el acusado era “plenamente consciente” de los efectos que le provocaban las drogas y, aun así, dos días después volvió a consumir, asumiendo como posible —e indiferente— un resultado violento. Con estos elementos, la magistrada ha concluido que no se puede aplicar ninguna atenuante y ha impuesto la condena máxima solicitada por las acusaciones.