La madrugada del 1 de septiembre un hombre de Torredembarra, en el Tarragonès, llamó al teléfono de emergencias 112 para notificar que había visto a tres hombres en un descampado del municipio que inspeccionaban los coches que había estacionados. Al recibir el aviso, una patrulla de la Comisaría de los Mossos d'Esquadra de Torredembarra se desplazaron al lugar. Para evitar que los tres sospechosos se marcharan al ver llegar a la policía, los agentes, que hacían servicio de seguridad ciudadana de paisano, se presentaron en el descampado con un coche sin ningún logotipo de la policía.
Una vez en el sitio, los agentes fueron a hacer las comprobaciones pertinentes y vieron a tres hombres. El primero, estaba en actitud vigilante los alrededores de la autocaravana donde pretendían entrar a robar, el segundo, estaba aguantando la ventana del vehículo, por donde el tercer individuo intentaba acceder. En aquel momento los agentes se identificaron como policías y, con el apoyo de una patrulla uniformada que también se desplazó para cubrir el incidente, identificaron a los tres individuos.
Los hombres, de 23, 24 y 25 años, cuya nacionalidad todavía no ha trascendido, fueron detenidos como presuntos autores de un delito de robo con fuerza en tentativa en el interior de un vehículo. Además, según ha informado los Mossos d'Esquadra, los tres hombres acumulan cerca de 80 antecedentes policiales, a la mayoría de ellos por delitos contra el patrimonio.
Una mafia internacional utiliza Torredembarra como sede para la explotación laboral
Este lunes, 1 de septiembre se conoció que la Guardia Civil y la Policía Nacional concluyeron la operación Napoleón-Aguazul, donde se destapó una mafia internacional dedicada a la explotación laboral. El grupo criminal captaba gente en Colombia, aprovechándose de su situación de vulnerabilidad, y los enviaba hacia España, prometiéndolos contratos en prácticas y un sueldo de 500 euros en el mes, que no llegaban a ver nunca.
La operación tuvo dos fases: una el mes de abril y otra en julio. En total se liberaron 55 personas y se produjeron 26 detenciones de diferentes nacionalidades —colombianos, españoles, venezolanos o rumanos, entre otros.