Barcelona será una de las primeras ciudades de Europa, junto con Santiago de Compostela, donde se podrán utilizar taxis voladores. Tendremos que esperar a 2022 para ver taxis por el cielo de la ciudad pero parece que ya es oficial que Enaire, que participa en dos proyectos europeos para poner en marcha dos aerotaxis, tal como ha adelantado el diario El País, recogiendo las palabras del director de este organismo español, Ángel Luis Arias.

Los vuelos de estos drones-taxis se harán en Barcelona y Santiago de Compostela y se utilizarán plataformas de aterrizaje que se instalarán en zonas abiertas. Los taxis voladores, según la compañía, volaran por espacios abiertos y se hará viajes con personas y también con muñecos de prueba.

Aparatos sin piloto y con capacidad de traslado de personas

El proyecto con financiación europea prevé sumarse a la carrera que están haciendo empresas de todo el mundo para poner en marcha, cuanto antes mejor, coches voladores. Aunque todavía está en fase muy inicial, las principales empresas aeronáuticas hace años que han centrado parte de su esfuerzo de investigación a estos vehículos del futuro.

Aunque estas pruebas que hará Enaire serán las primeras de este tipo de vehículos voladores sin conductor en Barcelona, no serán las primeras que se harán en España. La empresa Tecnalia es una de las abanderadas en esta carrera para poner en circulación coches voladores.

Imagen de un Volocopter, uno de los primeros taxis voladores comerciales.

Imagen de un Volocopter, uno de los primeros taxis voladores comerciales.

Según recoge también El País, el año 2019 esta empresa española probó un vehículo volador con una autonomía de 15 kilómetros y capacidad para una persona, de máximo 150 kilos. Tecnalia ha participado también en proyectos a escala mundial con dos tótems del sector, Boeing y Airbus.

Más empresas en la guerra por el sector

En esta guerra híbrida de tecnología y automoción también participan otras empresas del sector de los vehículos. Parece que será uno de los negocios del futuro próximo. La expansión de este tipo de vehículos, cuando la regulación y la seguridad superen las trabas que ahora mismo han impuesto a los aparatos voladores no tripulados con capacidad de transporte de personas.