La suscripción de una familia a una plataforma de alquiler de vehículos de lujo, conocida como "el Netflix de los coches", ha acabado con la detención de 17 personas en L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y Vila-Real, en Castellón, acusadas de haberse apropiado de los turismos alquilados para revenderlos como si fueran suyos, embolsándose más de 800.000 euros en el proceso. Los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional han trabajado codo con codo durante esta operación que se inició en agosto del 2024 a raíz de la denuncia recibida por parte de la empresa propietaria de la desaparición de 19 de sus coches.
Pagaban las suscripciones durante los primeros meses para despistar
Cuando se suscribían para disfrutar de los servicios ofrecidos por la empresa, se aseguraban de no levantar sospechas hasta el último momento. De esta manera, pagaban religiosamente las cuotas de los primeros meses a través de la aplicación, que funcionaba a demanda -es decir, escogían ellos mismos el modelo y el tiempo que querían utilizar los coches-. Sin embargo, al cabo de un tiempo, durante el cual falsificaban la documentación necesaria para poder cambiar la titularidad de los vehículos a nombre de una empresa de su propiedad, simplemente dejaban de abonar el dinero y se esfumaban. Una vez conseguían dar un aspecto de legalidad a los turismos robados, los colgaban en una plataforma online a un precio inferior al del mercado para atraer compradores más fácilmente.
Una de las primeras reventas se hizo en Barcelona. Al detectarlo, los dos cuerpos policiales estiraron el hilo hasta que descubrieron que se trataba de un clan familiar, liderado por tres personas, que se coordinaban desde la capital catalana y Castellón para llevar a cabo estas estafas. Con suficientes pruebas recopiladas, se solicitó permiso judicial para llevar a cabo entradas y registros en los domicilios de los principales sospechosos, que acabó con la detención de 17 personas y la recuperación de 18 de los 19 coches sustraídos, de los cuales 15 habían sido vendidos ya por Internet.
Los cabecillas tenían varios antecedentes -pero no así el resto de la familia- y todos fueron puestos a disposición judicial después de haberlos arrestado por los delitos de apropiación indebida, falsificación documental y estafa.