La situación en Cunit, en el Baix Penedès (Tarragona), es crítica. No quedan agentes de la Policía Local en activo por culpa de un enfrentamiento con el Ayuntamiento, en que lidera la alcaldesa Dolors Carreras, y, al mismo tiempo, se disparan los delitos en la zona. Aunque la problemática de la policía de este municipio arranca el año 2018, ahora mismo se ha complicado y la situación, aseguran fuentes de la policía a ElCaso.com, ya es insostenible. Las negociaciones con el consistorio están rotas y se han quedado sin agentes. Desde el mes de diciembre que los agentes se han negado a hacer horas extras, que era la manera que el Ayuntamiento tenía para garantizar el servicio, pero los policías se han plantado.

Desde el gobierno municipal -un pacto entre el PSC e Impulsem Cunit- aseguró a la plantilla que se negociaría una mejora de las condiciones, que ahora mismo se basa en un convenio de 2010, sin mejoras desde hace 14 años, siendo, aseguran, a la policía local con peores condiciones de la zona del Baix Penedès y del Garraf. Hace quince años que no entran nuevos agentes. Estas negociaciones, sin embargo, que en un primer momento lideró el concejal Xavier Lorenzo, titular de Seguridad Ciudadana, ahora se han roto. Los agentes han decidido dejar de hacer horas extras y la situación se ha complicado.

Cero efectivos de la Policía Local de Cunit

Según ha podido saber ElCaso.com, desde este lunes, por bajas, no quedan agentes activos a la policía local. La situación, sin embargo, es muy grave. En el turno de mañana hay un oficinista que vigila la entrada en la comisaría, que está vacía. En el turno de tarde, lo hace un agente interino, y en el turno de noche, el Ayuntamiento, por falta de personal, ha contratado vigilancia privada para dar seguridad a la comisaría. Si bien no hay policías en el interior, en las dependencias hay el armero y también objetos y sustancias decomisadas.

Aunque la Jefatura de la policía local se muestra a favor de la plantilla, el consistorio, aseguran a los trabajadores, que no quieren negociar y que ya se cansarán de protestar y que volverán a hacer horas extras. "Nos han menospreciado y hemos dicho basta", asegura uno de los policías a ElCaso.com.

Mientras tanto, y también según ha podido saber este medio, los delitos se han disparado en el municipio. Antes de Semana Santa entraron a robar en el almacén de uno de los chiringuitos más conocidos de la zona, Ca l'Ona, y se los robaron todo el material que tenían por la campaña de estos días festivos. También asaltaron al propietario del Rodavi, otro restaurante, y le robaron la recaudación del Domingo Santo -lo tuvieron que atender de urgencia y ponerle diez puntos de sutura-, y otros casos de violencia, o, incluso, de accidentes de tráfico, que tiene que asumir los Mossos d'Esquadra.