A las cuatro de la madrugada, el Grupo Especial de Intervención (GEI) ha recibido luz verde. El piso estaba marcado. Había que entrar, asegurarlo y detener al objetivo. El asalto se ha planeado hasta el último detalle. Era importante ser rápidos. Muy rápidos. Los investigadores de la Unidad de Investigación (UI) de la comisaría de Lleida llevaban semanas detrás del hombre acusado de haber golpeado a cuatro agentes de los Mossos el pasado 28 de abril en el barrio de la Mariola, en Lleida. En el ataque que recibieron los policías, agentes de USC y también del ARRO, que habían entrado en el barrio para mediar entre dos grupos, ambos de etnia gitana, del barrio y de Balaguer, que se estaban peleando, quedaron seis agentes heridos, algunos muy graves, con heridas en la cabeza. Tras estar desaparecido durante semanas, hace pocos días se lo había podido volver a ubicar en el barrio y este miércoles, de madrugada, se ha autorizado acceder al piso y detenerlo.

Durante estas semanas en que los Mossos le han seguido la pista, y con las conversaciones intervenidas, por orden judicial, se ha podido saber por dónde se movía. Cometió un error hace pocos días, al asegurar por teléfono que volvía a estar en Lleida. Los confidentes lo confirmaron. Contra reloj, los Mossos han organizado el dispositivo que se ha explotado esta madrugada. Había que asegurar la entrada, hacerlo con la máxima seguridad posible y, al mismo tiempo, con la máxima celeridad para evitar reacciones hostiles.

Imagen de la protección, con ARRO, de la zona de la calle de Júpiter, durante la detención

En la preparación, sin embargo, los Mossos interceptaron una conversación donde el hombre, con más de una treintena de antecedentes, dijo que si iban a por él, dispararía. "Si vienen a por mí, me lío a tiros", consta en el informe judicial de la causa. Y si algo hay en la Mariola, son armas. Por lo tanto, los Mossos ataron cabos. El hombre tenía acceso a armas y había manifestado su voluntad de abrir fuego. Quizás solo era un farol para hacerse el más chungo del barrio, pero toda precaución es poca. Es por ello que el asalto se ha realizado con el Grupo Especial de Intervención (GEI), los especialistas de los Mossos en asaltos peligrosos y donde los objetivos pueden ir armados.

Asalto rápido del GEI

El asalto ha ido rápido. En pocos segundos, los operadores del GEI han asegurado toda la casa. Ni rastro de armas. El objetivo, que dormía medio desnudo, de cara al suelo, ha sido asegurado y esposado. Los investigadores le han explicado por qué se le detenía. Lo sabía perfectamente. Los Mossos han puesto orden en el piso —vive allí un gentío— y lo han registrado. En el exterior, el ARRO y la Brimo, desplegada desde Sabadell, han asegurado la zona para evitar reacciones violentas de los vecinos, a pesar de la hora. Por aire, la Unidad de Drones. La Unidad Canina también ha repasado el piso del detenido.

Es un barrio donde mucha gente se dedica a la venta de droga y tienen personas que se encargan de vigilar. La llegada de los Mossos al barrio no ha pasado desapercibida. Pero la gran fuerza desplegada ha evitado incidentes. En torno a las 6 de la mañana, dos horas después de haber echado abajo la puerta, el hombre detenido ha sido cargado en un vehículo policial y trasladado hacia la comisaría de Lleida, donde seguirá hasta que sea entregado al juzgado de guardia.

A prisión

En la comisaría, el detenido, acusado de homicidio doloso en grado de tentativa, desórdenes públicos y atentado contra los agentes de la autoridad, ha recibido la asistencia del abogado familiar y durante la mañana ha pasado a disposición judicial. La jueza de Lleida que lleva el caso, que mantiene bajo secreto de sumario, lo ha recibido y lo ha interrogado. Después, ha decidido que ingrese en prisión, como los investigadores. Los antecedentes del detenido, de etnia gitana, y haberse zafado de la policía, sabiendo que estaba en busca y captura, no han ayudado a que salga en libertad, pero la última palabra la ha tenido la magistrada, después de escucharlo a él y a la Fiscalía. La investigación de los hechos sigue abierta. El objetivo era localizar y detener al hombre que ha sido capturado esta madrugada, pero quedan otras personas por detener; como mínimo, según ha podido saber ElCaso.com, dos más. La agresión contra los Mossos en la Mariola no se olvida en las filas de la policía catalana.