El calvario de Sergi Calopa empezó cuando le robaron la cartera y su DNI. Le robaron también la tranquilidad. Desde aquel día, aunque él no lo sabía, le cambió la vida.

Un robo como muchos de los que sufren los ciudadanos de Barcelona, pero en aquella ocasión los ladrones no sólo querían el dinero de su cartera, quizás era lo que menos necesitaban. El objetivo de aquel robo era su DNI.

El robo, tal como ha explicado él mismo en una entrevista a ElCaso.com, ocurrió el mes de marzo de 2019. Lo denunció, renovó el DNI y lo olvidó. Pero en febrero de 2020 recibió un mensaje en Instagram que no entendió. Lo acusaban de una estafa. Aseguraban que él había vendido un móvil iPhone 11 por Wallapop y que después de enviar el dinero, nunca recibieron el teléfono.

Cascada de denuncias contra él por estafa

No fue el único mensaje que recibió. Más gente se puso en contacto con él, por Instagram y por Twitter, para recriminarle más estafas. Siempre lo acusaban de lo mismo. De haberle pagado unos 700-800 euros por un iPhone 11 y nunca haber recibido la compra en su casa. En aquel momento Sergi lo vio claro: era víctima de una estafa, como los compradores del supuesto móvil.

Un desconocido —o varios, tal como han podido comprobar después los Mossos d'Esquadra y la Policía Nacional— se hacían pasar por él para vender productos informáticos por la aplicación Wallapop. Ofrecían móviles por debajo del precio de mercado y enviaban una fotografía del DNI de Sergi para dar veracidad a la operación. Cuando los potenciales clientes pagaban, se convertían en víctimas de la estafa. Nunca recibían el iPhone 11 que habían comprado.

Los estafadores aprovechan DNI robados para hacerse pasar por otras personas / Cedida

Pero todo no quedó con mensajes. Un día empezó a recibir también denuncias y citaciones judiciales. Lo llamaban para pedir explicaciones sobre los presuntos delitos de estafa de la gente que creía que le había comprado un móvil a él. El joven, de 19 años y vecino de Barcelona, estudiante de Ciencias Políticas, vive un calvario.

Más de 20 causas contra él

En total, según ha explicado él mismo, ya ha sido citado en 20 causas contra él por una presunta estafa. Aunque habitualmente el proceso decae y se archiva, cuando él demuestra que el DNI que utilizan no es el suyo, ya se ha gastado casi 3.000 euros en el abogado que va respondiendo a todas las denuncias contra él. Las estafas se han hecho a clientes de muchos puntos de España.

Ha recibido denuncias desde varios puntos del Estado. Algunas veces tiene que ir a la Ciutat de la Justícia, en l'Hospitalet, para declarar por videoconferencia a petición de algún juzgado de instrucción de algún lugar donde vive alguna de las víctimas de la estafa. La mayoría de causas se han archivado, pero hace más de un año que recibe mensajes y denuncias y parece que todavía sigue.

Justo antes de hablar con ElCaso.com, este viernes, había recibido otro mensaje de una persona que también lo había localizado después de buscar su nombre por las redes.

Localizados los presuntos estafadores

Sin embargo, parece que la policía sabe quién hay detrás de esta estafa. Parece una buena jugada. Engañar a compradores con la cara de uno tercero, que ni recibe nada a cambio ni tampoco sabe nada. Pero la trampa tiene una fisura. La policía que ha ido investigando las estafas ha encontrado un punto débil en los, como mínimo, dos estafadores que ha podido identificar.

Si bien la cuenta de Wallapop asegura que es propiedad de Sergi, el número de cuenta que han facilitado a los diversos clientes está a nombre de otra persona. Se trata de dos jóvenes, uno de nacionalidad marroquí y ecuatoriana, de Barcelona. Las investigaciones siguen en marcha, en varios juzgados, un hecho que complica poder dejar atrás este capítulo. Nadie sabe cuánta gente tiene la foto del DNI de Sergi y quién lo está utilizando.

Con todo el mundo que ha hablado a Sergi, de las víctimas, como él, de los estafadores, parece que han comprendido la situación y han entendido que el chico de Barcelona es también una víctima como él. Uno, sin embargo, lo amenazó y dijo que incluso colgaría fotos de él "por toda Barcelona", pero finalmente "entró en razón", explica el joven. Espera que la policía los cace y dejen de utilizarlo como excusa para estafar a gente.