Un centenar de identificados, seis detenidos, diez denunciados y once patinetes requisados. Este es el balance de un operativo que llevaron a cabo los Mossos d'Esquadra junto con la Guàrdia Urbana de Barcelona este miércoles 4 de diciembre en los distritos del Eixample y de Ciutat Vella, aunque el grueso de la operación se ha centrado en el barrio de Sant Antoni de la capital catalana, una redada desplegada específicamente para detectar perfiles dedicados a hacer robos violentos montados en patinetes eléctricos para poder escapar con más facilidad. Entre todos los identificados sumaban 521 antecedentes por diferentes delitos, la mayoría relacionados con estos tipos de robos que, desafortunadamente, se han convertido en algo común por las calles de la ciudad.

Con respecto a los seis detenidos, uno fue por extranjería, uno por salud pública, dos por atentado contra agentes de la autoridad y dos más por tener en vigor sendos requerimientos policiales y judiciales. Paralelamente a estas detenciones, los Mossos y la policía municipal han denunciado penalmente a cuatro ladrones - dos por apropiación indebida y dos por hurto- y a otros cinco delincuentes de manera administrativa por tenencia de sustancias estupefacientes y a un sexto por desobediencia.

Ofensiva de los Mossos y la Guàrdia Urbana de Barcelona contra los ladrones a dos ruedas

Este verano, los Mossos y la Guàrdia Urbana de Barcelona llevaron a cabo otro dispositivo contra estos ladrones, a los cuales se saldó con cinco detenidos, 112 personas identificadas -con un total de 473 antecedentes- y siete vehículos intervenidos. En aquel momento, la ofensiva conjunta de los dos cuerpos policiales se centró en el distrito de Sants-Montjuïc, pero con el mismo objetivo en mente: detener los robos violentos cometidos con patinetes eléctricos.