Los Mossos d'Esquadra siguen investigando qué pasó ayer en el barrio de Sant Josep Obrer, en Reus (Tarragona), una de las zonas cero de la capital del Baix Camp. En torno a las diez de la mañana dos grupos enfrentados, unos de etnia gitana y los otros marroquíes, abrieron fuego unos contra los otros, uno para atacar, los otros para defenderse, convirtiendo dos de las calles de este barrio en Mas Pellicer en un ir y venir de tiros. La policía todavía no ha aclarado quién disparó primero. Es poco relevante. Lo que celebran los Mossos d'Esquadra es que ninguno de los que participaron en este tiroteo, al más estilo de bandas del crimen organizado, a escala local, resultó herido y que, con las gestiones posteriores, se han podido retirar de circulación seis armas de fuego. La investigación, sin embargo, solo ha hecho que empezar.
Cuatro detenidos, de los Periquete y de los marroquíes
Tal como avanzó ElCaso.com, este enfrentamiento, entre un grupo de hombres de nacionalidad marroquí y los integrantes del clan del Periquete, y todo parece indicar que se trata de una nueva pugna por el control del territorio y también de la venta de la droga, uno de los negocios, presuntamente, que los dos bandos que ayer intentaron aclararse a tiros tienen en marcha en el barrio a pesar de la presión policial, que les tiene el pie en el cuello.
Cuando los Mossos d'Esquadra pudieron rodear el barrio para asegurar las calles se pudo detener uno de los participantes en el intercambio de tiros. Antes de comer se detuvo un joven de 27 años, magrebí, a quien se imputa un delito de amenazas, de tenencia de armas y también de homicidio en grado de tentativa. Fue arrestado en el exterior de un bar del mismo barrio, por agentes del ARRO, después de que los investigadores lo marcaran.
Paralelamente, con la colaboración también de operadores del Grupo Especial de Intervención, el GEI, se fueron entrando en varios pisos donde se tenía la sospecha que los autores de los tiros por parte del clan de etnia gitana habían abierto fuego podían estar escondidos. Cuándo los Mossos consiguieron autorización judicial, asaltaron uno de los pisos del bloque 12 y allí detuvieron tres miembros de una familia, todos miembros del clan del Periquete, y pudieron intervenir seis armas de fuego. Dos pistolas y cuatro armas largas, de caza.
También encontraron dos defensas eléctricas y una navaja, que también fueron intervenidas. Los detenidos tienen 18, 31 y 32 años y también están imputados por un delito de tenencia de armas, de amenazas y de homicidio en grado de tentativa. La investigación de los Mossos sigue en marcha para aclarar si las armas confiscadas tienen relación con las que se hicieron servir durante el tiroteo y las vainas que se recogieron de la calle y también el grado de participación de los cuatro detenidos.
Más policía en el barrio
Este jueves la presencia policial en la zona del barrio de Sant Josep Obrer de Reus se ha ampliado para evitar réplicas y enfrentamientos y también se ha reforzado la protección de la comisaría de la capital del Baix Camp, teniendo en cuenta los antecedentes y la manera de responder de estos clanes familiares. La investigación seguirá también para aclarar el fondo del enfrentamiento, que no es la primera vez que explota y que acaba a tiros entre hombres marroquíes y hombres de etnia gitana.
Hace pocos meses una pelea en medio de la calle, también por el control de la venta de la droga, acabó con tiros y vehículos destrozados. En el caso de este miércoles, los dos bandos aseguran a la policía que fueron los otros los que iniciaron el tiroteo y que los otros se defendieron. Los investigadores, hoy por hoy, sin embargo, no se creen ninguna de las dos versiones.