Los Mossos d'Esquadra investigan a unos padres que han tenido secuestrados a sus propios hijos durante años, primero en una casa en Matadepera (Barcelona) y después en una masía en Arbúcies (Girona). Los dos hijos, que ya son mayores de edad, han estado durante todo este tiempo incomunicados y aislados del mundo, sin tener acceso a la televisión o internet, sin ninguna otra relación que no fuera con sus familiares, sin estar escolarizados y sin tener ninguna documentación que acreditara su existencia.
La hija mayor pudo escapar y pedir ayuda
Los hechos se pudieron conocer el pasado 1 de marzo después de que la hija mayor, de 24 años, consiguiera escaparse de casa después de discutir con su padre y fuera a casa de los vecinos a pedir ayuda, según ha adelantado El Punt Avui. Al oír el relato de la chica, decidieron acompañarla a la comisaría de la Policía Local de Arbúcies para que presentara la denuncia. Según explicó la chica, durante años, ella y su hermano de 18 años habían estado encerrados dentro de casa y solo salían para acompañar a los padres a comprar. Aunque sabía hablar en catalán, explicaba que nunca habían ido a la escuela ni tenía ningún título académico y que todo lo que sabían era porque se lo habían enseñado sus padres. Además, aseguraba que no los dejaban ver la televisión ni tener redes sociales, así como se habían negado al hecho de que se pudiera sacar el carnet de conducir.
Los agentes se pusieron en contacto con el padre de la chica, un hombre originario de los Países Bajos de 58 años, que les explicó que la joven tenía problemas psiquiátricos y que la trataba su tío, que es psiquiatra. Seguidamente, se pusieron en contacto con este hombre, que les confirmó estos problemas y que la chica se medicaba, pero que no tenía ningún informe médico que lo confirmara. Con el fin de recoger datos sobre la chica y su familia, fueron hasta la casa donde vivían los padres, una masía aislada del resto de la población en medio del bosque. Los policías pidieron algún informe que acreditara la enfermedad de la chica, pero los padres aseguraban que ningún médico les había querido hacer uno. Además, tampoco pudieron entregar un libro de familia o un carné sanitario, porque decían que nunca les había hecho falta porque la hermana de la madre era pediatra y se hacía cargo.
Los hijos no tenían ningún documento que acreditara su existencia
La visita a la casa en medio del bosque y las declaraciones de los padres no hicieron más que levantar las sospechara de los agentes, que investigaron a la familia. Comprobaron que el padre tenía número de NIE y un carnet de conducir caducado expedido en el Reino Unido. Por su parte, la madre también tenía el carnet de conducir caducado y el coche en el cual se movían iba a nombre de su padre. Con respecto a los hijos, sin embargo, no costaba que nunca hubieran tenido un DNI, ni que hubieran ido a la escuela, ni que nunca hubieran ido al CAP. Oficialmente, no existían más allá de haber figurado como empadronados en Matadepera.
El caso fue puesto en conocimiento del juzgado de Santa Coloma de Farners, que pidió a los Mossos d'Esquadra que lo investigara. Agentes de la policía catalana interrogaron a los padres, investigados como presuntos autores de los delitos de maltrato, violencia doméstica continuada y abandono de familia. Después de acogerse a su derecho de no declarar, fueron dejados en libertad. Los hijos también fueron interrogados y se han negado a presentar una denuncia. Además, han aceptado volver voluntariamente a casa de sus padres. Se da la circunstancia que no tienen la capacidad de ser autónomos porque no han ido a la escuela y no han socializado, pero tampoco tienen derecho a ninguna ayuda social ni a que a alguien les tutele porque ya son mayores de edad.