Rocambolesca historia de un secuestro entre Alzira, Logroño y Lleida. El pasado 22 de marzo, un grupo de personas -que resultaron ser miembros de la misma familia- asaltaron una vivienda situada en el municipio de Logroño y se llevaron por la fuerza a una chica de 18 años, secuestrándola. La pareja de la víctima, a quién los supuestos secuestradores provocaron herido de carácter leve cuando se opuso, llamó a la Policía Local y les explicó que su novia, originaria de Alzira, en el País Valencià, al cumplir la mayoría de edad se marchó de casa de sus padres, quienes la querían casar, para instalarse con él en La Rioja. No contentos con eso, seis personas, entre ellas los padres y los hermanos de la chica, la siguieron hasta allí y se la llevaron arrastrándola hasta un coche después de tirar abajo la puerta del lavabo donde se habían escondido y apalearlo. La Policía Local puso los hechos en conocimiento de la Policía Nacional española y juntos iniciaron una investigación, con los familiares directos de la joven como sospechosos principales, con el fin de encontrarla y liberarla.
Se había marchado de casa de sus padres días antes
El inicio del suceso se remonta al día 3 de marzo, cuando la chica abandonó voluntariamente la casa familiar de Alzira con la intención de ir a vivir con su pareja. Los padres no aceptaron esta decisión, interponiendo una denuncia por desaparición e interceptándola aquella misma noche en la estación de autobuses de València para impedir que subiera a uno. El consiguiente disturbio obligó a una patrulla de la Policía Nacional a intervenir para mediar entre las partes. La joven les explicó que sus padres la querían casar en matrimonio concertado, a lo que ella se negaba, además de tenerla controlada en todo momento a pesar de haber cumplido ya la mayoría de edad. En este sentido, los policías defendieron su derecho a tomar la decisión de marcharse de casa y se aseguraron de que cogía el autobús.
Teniendo en cuenta este precedente, la policía española se centró en los familiares de la chica. Las pesquisas permitieron detener a su madre al día siguiente, el 23 de marzo, por haber participado en el asalto de la casa de Logroño. Posteriormente, el día 24, se detuvo también a dos de los hermanos por los mismos hechos.
El padre la obliga a grabar un vídeo y asegura en comisaría que la ha liberado de los secuestradores
Mientras todo eso tenía lugar, la víctima colgó un vídeo en redes sociales en el que aseguraba que no había sido secuestrada, que su padre no la tenía retenida y que se había ido del domicilio de Logroño por voluntad propia. Estas imágenes, supuestamente, las grabó obligada por su progenitor, quien quería a toda costa que los policías abandonaran la investigación y la búsqueda de su hija. En un intento desesperado para que eso pasara, llegó a presentarse en una comisaría de Lleida, donde había huido con la chica, para intentar confundir a los agentes, haciendo ver que alguien más había secuestrado a su hija y que él la había rescatado. Con él estaba también la víctima, a pesar de que desmayada por, según el padre, haber sido drogada por sus captores.
No le salió bien la jugada, sin embargo. Los agentes de la comisaría de Lleida alertaron al equipo de investigadores quienes rápidamente determinaron que se trataba de uno de los secuestradores y se procedió con su detención. La joven, por su parte, fue liberada y corroboró a los agentes que había estado bajo coacción en todo momento. Aunque no se espera hacer más detenciones, la investigación continúa en marcha para aclarar todos los detalles de este rocambolesco suceso.