Aunque el calor ha hecho tregua en Catalunya, los incidentes violentos en nuestra casa no se detienen. En las grandes ciudades y también en los pueblos pequeños, donde parece que nunca pasa nada, los integrantes de la Guardia Municipal se tienen que enfrentar a personas también violentas y fuera de control hasta que llegan los Mossos d'Esquadra. Este mediodía se ha registrado uno de estos habituales capítulos en Centelles, en Osona. Según ha podido saber ElCaso.com, un joven de 19 años, de nacionalidad marroquí, se estaba peleando con otra persona con un cuchillo en la mano. Desde la calle amenazaba un hombre que estaba en un balcón, mientras le tiraba tiestos de flores, que iban impactando en la calle.
El guardia municipal de Centelles ha llegado a la zona del incidente y se ha encontrado al hombre armado con el cuchillo en medio de la calle, y si bien le ha pedido que dejara el cuchillo y depusiera su actitud, no lo ha hecho. El agente, de patrulla unipersonal y solo con una defensa extensible, ha tenido que activar a los Mossos d'Esquadra.
Cuando ha llegado la primera patrulla policial, se ha vuelto a preguntar al hombre que entregara el cuchillo, pero ha seguido negándose. Aunque ha dicho en varias ocasiones que no lo haría y ha llegado a amenazar los agentes, que han llegado a desenfundar el arma reglamentaria, por si había que neutralizar el violento. Finalmente, lo ha dejado en el suelo, momento en que ha podido ser detenido entre el agente municipal y los Mossos. No consta ningún herido. El hombre magrebí arrestado no consta que tenga antecedentes, según han explicado fuentes de los Mossos a ElCaso.com. Las diligencias, que asumirán los agentes de Seguridad Ciudadana de la comisaría de Vic, tendrán que aclarar los hechos y qué ha motivado el enfrentamiento con el vecino que tiraba macetas desde el balcón.
Pueblos desprotegidos
Este incidente en Centelles ha vuelto a poner el foco en la precaria situación de la Guardia Municipal de Centelles, una localidad de Osona con más 8.000 habitantes, que, a pesar de su dimensión, todavía no dispone de un cuerpo de Policía Local. Los vigilantes municipales, que tendrían que ser una herramienta auxiliar de apoyo, se encuentran en la práctica haciendo funciones propias de un cuerpo policial, pero sin las competencias, la formación ni los medios de seguridad y herramientas de trabajo necesarios. Desde el consistorio se asegura que incidentes como este de hoy al mediodía "son hechos puntuales", como la crisis de las ocupaciones que afecta al pueblo. Aunque el gobierno municipal contemplaba, en su campaña electoral, la creación de un cuerpo de Policía Local, hoy día todavía no se ha materializado, dejando el municipio bajo la responsabilidad de vigilantes municipales con funciones limitadas por ley.
El caso de Centelles no es una excepción. En Catalunya hay unos 500 guardias municipales que velan por la seguridad de más de 150 municipios, algunos tan relevantes como Riudoms o el mismo Centelles. Sin embargo, la legislación catalana limita severamente sus funciones. El artículo 51.2 de la Llei Orgànica 2/1986 de Forces i Cossos de Seguretat establece que los vigilantes tienen que ejercer las funciones de Policía Local si el municipio no dispone. Pero la Llei 16/1991 de la Generalitat hace una interpretación restrictiva que les impide, por ejemplo, llevar arma de fuego, a pesar de patrullar de noche y en solitario, un hecho que, aunque la ley superior lo podría enmendar, hace que los agentes de estas guardias municipales tengan que trabajar bajo mínimos, suponiendo no solo un riesgo para los agentes, sino también para el resto de ciudadanos.
A la espera de un cambio de leyes
Desde hace tiempo, varios colectivos de guardias municipales reclaman un cambio legislativo que les permita trabajar con garantías y recibir apoyo institucional real. En otras zonas del Estado, como Castilla y León, la figura del vigilante municipal ha sido reconvertida en Policía Local, mientras que en Navarra y el País Vasco la ley ya los reconoce como agentes policiales con pleno derecho, incluida la posibilidad de llevar arma de fuego. Aunque el Departamento de Interior ha incorporado, en el mandato de la consellera Núria Parlón, personas que habían anunciado cambios en esta ley y dotar de más recursos y más capacidad a las guardias municipales, no se han registrado movimientos significativos en el primer año de gobierno socialista a la Generalitat de Catalunya.