Barbara Young ha sido condenada a 22 meses de cárcel y se le ha prohibido conducir durante tres años después de protagonizar uno de los robos más alocados que se recuerdan. La detenida, de 25 años y madre de dos hijos, fue a un centro comercial en la ciudad de Manchester (Inglaterra) y robó dos patinetes eléctricos en una juguetería.

Young tuvo un altercado y se negó a devolver los patinetes eléctricos, aunque el empleado de la tienda se lo pidió cuando la vio subirse a su coche. Ella le dijo que no podía sacarlos del maletero, ya que no funcionaba bien. Cuando el hombre le dijo que iba a llamar a la policía y sacó su móvil para hacerle una foto a la matrícula, la acusada le atropelló y después huyó del lugar de los hechos rápidamente.

No es el primer delito que comete Barbara Young, en total acumula 19 condenas por otras ilegalidades que ha cometido, casi todas por robos. También descubrieron que el coche que conducía Young no estaba asegurado y las matrículas eran falsas, lo que agravó la condena.

Los detalles del robo

La ladrona, que vive en la ciudad de Bolton, fue al centro comercial acompañada de su hermana y de uno de sus hijos. Después de entrar en la tienda Smyths, que se especializa en la venta de juguetes, uno de los empleados se dio cuenta de que una mujer no había pagado los dos patinetes eléctricos que se había llevado, ya que la transacción había sido anulada.

Rápidamente, salió al parking a buscar a la mujer y la vio en el asiento del conductor de un Fiat 500, él se acercó al coche y le dijo que no había pagado los dos patinetes, así que los tenía que devolver. Pese a ello, ella insistió en que no podía abrir el maletero y que, por lo tanto, no podía sacarlos.

centro comercial gsv

West One Retail Park / Google Street View

El empleado de Smyths no le creyó y sacó su teléfono móvil y dijo que iba a llamar a la policía, mientras hacía varias fotos a la matrícula del vehículo, Young decidió atropellarlo. El trabajador de la juguetería logró saltar sobre el capó del coche y golpeó con su móvil el parabrisas hasta romperlo, estuvo en esta incómoda posición durante varios segundos, hasta recorrer unos 15 metros.

Después de caer al suelo, Young huyó del lugar de los hechos, pasando por encima de las piernas del trabajador del centro comercial, sufrió varias lesiones que le afectaron en el esternón, las manos y la espalda. Una hora después, el coche fue encontrado abandonado a pocos kilómetros del centro comercial West One Retail Park. En el interior del maletero estaba uno de los patinetes y el teléfono de la víctima estaba todavía en el parabrisas.

Las declaraciones del juicio de Young

La víctima del atropello expresó que siente dolores cinco meses después del ataque: "Es difícil de expresarlo con palabras, sigo teniendo mucho dolor y estoy viviendo en este ciclo de dolor y tormento", comentó ante el juez.

La defensa de Young intentó por todos los medios reducir la condena de la acusada, su abogado comentó que ella no sabía que el coche que conducía no estaba asegurado, ya que había sido un regalo. También alegó que actuó sin pensar y que es "una mujer joven, madre de dos hijos y está totalmente avergonzada y arrepentida". Finalmente, no tuvo más remedio que declararse culpable del robo, de conducir sin carnet ni seguro y de huir en vez de ayudar a la víctima.