Este domingo ha tenido lugar uno de los robos más cortos de Barcelona. Dos hombres se llevaron una moto de Glovo, aprovechando un momento de descuido del repartidor, delante de un domicilio de la calle de Consell de Cent, en el distrito del Eixample de la capital catalana. Los presuntos ladrones se montaron en el vehículo y se esfumaron antes de que el propietario del mismo pudiera detenerlos. Pero cometieron un par de errores, el primero de ellos, circular sin casco, lo que llamó la atención de una patrulla de la Guardia Urbana.
El segundo error, y que hizo que los agentes los pararan, fue meterse por la Rambla en sentido contrario. Cuando los pararon para identificarlos, pudieron comprobar que la motocicleta coincidía con uno de los que utilizan los repartidores de la conocida cadena, y les pidieron la documentación que acreditara que al menos uno de ellos fuera trabajador de la compañía. Pero se llevaron una sorpresa.
Habían robado la moto solo unos minutos antes
No solo no pudieron acreditarse como trabajadores de Glovo, sino que, encima, ninguno de los dos hombres tenía permiso de conducir, por lo que habían estado poniendo en peligro el resto de conductores durante el rato que estuvieron circulando por las calles de Barcelona. Al descubrir eso, los agentes hicieron un par de gestiones más, y pudieron determinar que, en efecto, la moto había sido robada, solo unos minutos antes, en una calle del Eixample.
Por todo eso, los dos hombres quedaron detenidos, acusados de los delitos de robo y de atentado contra la seguridad vial por conducción temeraria. Los dos han pasado ya a disposición judicial. La moto, por descontado, fue devuelto al repartidor de Glovo quien pudo reanudar su trabajo después de haber pasado este mal trago.