Tarragona es una ciudad patrimonio de la humanidad con un gran número de restos romanos y arqueológicos, pero algunas de sus reliquias también se encuentran en el mar. Ahora, los Mossos d'Esquadra han detenido a dos hombres que intentaban robarlas. Los hechos tuvieron lugar el pasado 28 de octubre, cuando agentes de la Policía Marítima que patrullaban por la fachada litoral vieron que a unos 50 metros mar adentro había una persona con neopreno dentro del agua. Los policías se acercaron para saber qué estaba haciendo y le indicaron que saliera al exterior, pero el buceador hizo caso omiso de las indicaciones.

Un detector de metales para rastrear el fondo marino

Ante esta respuesta, los agentes alertaron a la embarcación de la Unidad de Policía Marítima para que se acercara a la zona y se volvió a dar indicaciones al hombre para que saliera del agua y fuera hacia la playa. Allí lo estaban esperando los policías, que comprobaron que el buceador llevaba consigo un detector de metales. Descartado, pues, que estuviera haciendo pesca submarina, lo acompañaron hasta su vehículo para comprobar su documentación. Allí, sin embargo, se encontraron un segundo hombre que, solo ver que su socio venía con la policía, intentó esconder una bolsa.

Los agentes se percataron de la acción y, al comprobar qué había dentro de aquella bolsa, encontraron anillos, 46 monedas, un escudo de cobre y otros metales, con un posible valor arqueológico, y que presentaban signos evidentes de haber estado bajo el agua durante mucho tiempo. Ante este hallazgo, se inspeccionó el vehículo, donde se encontró un segundo detector de metales y un tamiz para separar los objetos de la arena. Agentes de la Unidad Central de Patrimonio Histórico de la División de Investigación Criminal (DIC) se desplazaron hasta el lugar, intervinieron los objetos encontrados y se hicieron cargo de la investigación para esclarecer de dónde había salido todo aquello.

Habían saqueado una embarcación hundida

Los efectivos policiales hicieron un rastreo de la zona donde se encontró al buceador y pudieron comprobar que en la zona había restos y vigas de madera que correspondían a una embarcación hundida que no estaba documentada. Así pues, se hicieron las comprobaciones pertinentes, y se recogieron suficientes indicios para determinar que los dos individuos estaban expoliando una zona con gran potencial arqueológico muy próxima a un yacimiento protegido.

Por este motivo, ambos individuos, dos hombres de quienes los Mossos d'Esquadra, en su habitual exceso de celo, no han facilitado la edad ni la nacionalidad, quedaron detenidos como presuntos autores de un delito de expolio contra el patrimonio histórico. Según la policía catalana, ambos arrestados ya eran conocedores de la normativa que prohíbe el expolio subacuático y uno de ellos, incluso, ya había sido investigado con anterioridad por unos hechos similares en otro yacimiento de Catalunya en 2024.

El Centre d’Arqueologia Subaquàtica de Catalunya (CASC) ha iniciado un estudio científico de la zona para determinar su antigüedad y valor patrimonial, así como la posible vinculación entre el material intervenido y el yacimiento subacuático protegido. Por su parte, los Mossos d'Esquadra todavía mantienen la investigación abierta ante la posibilidad de la existencia de otros grupos especializados en zonas de fondeo para expoliar restos arqueológicos. De momento, los dos arrestados ahora podrían enfrentarse a una sanción económica y una pena de prisión de hasta tres años.

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Entre los objetos robados había anillos y monedas. / CME