La Guardia Urbana de Tarragona ha impedido que un hombre pudiera llevarse monedas y joyas antiguas que había conseguido hurgando por las ruinas romanas del municipio, considerado patrimonio de la humanidad. El hombre, de 34 años, llevaba un detector de metales para poder localizar los objetos de valor y una azada para cavar y quedarse con ellos. Afortunadamente, agentes de la Guardia Urbana lo vieron mientras patrullaban y pudieron recuperar los objetos sustraídos. El cuerpo policial, en su habitual exceso de celo, no ha revelado más detalles sobre el detenido, como su nacionalidad o si tiene antecedentes previos.

Los hechos tuvieron lugar el pasado 31 de octubre, cuando agentes de la Unitat Policial de Reforç i Proximitat (UPRP) estaban haciendo una ronda por la zona de las ruinas romanas del municipio, un espacio considerado Bé Cultural d’Interès Local (BCIL). De repente, en el parque de la Reconciliació, vieron a un hombre que llevaba una azada y un detector de metales. El uso de estos aparatos está prohibido en toda la ciudad, por lo que ver al hombre cargando el dispositivo, especialmente tan cerca de las ruinas, llamó la atención de los policías.

Monedas y joyas

Los agentes detuvieron al hombre, lo identificaron y, al registrarlo, pudieron confirmar sus sospechas. En el momento del registro, el hombre llevaba encima diferentes piezas como monedas antiguas, plomos de pesca deteriorados, un pendiente y un anillo metálicos, entre otros, que había conseguido gracias a sus herramientas: utilizaba el detector para localizar objetos de valor y la azada para desenterrarlas. Los policías le retiraron todo el material que había conseguido y también las herramientas que había usado para conseguir las reliquias.

Afortunadamente para el hombre, no tendrá consecuencias en el ámbito penal, es decir, no se arriesga a entrar en prisión, pero sí que podría ser denunciado por la vía administrativa, ya que utilizó detectores de metales en un espacio protegido como es el parque de la Reconciliació, lo cual está prohibido. Por este motivo, desde la Guardia Urbana de Tarragona se enviará el expediente a la Generalitat de Catalunya, organismo que se encargara de decidir las consecuencias del delito.