Los Mossos d'Esquadra han detenido a un hombre de 39 años que se había paseado por las comarcas de la plana de Lleida robando palas de riego, causando dolores de cabeza y problemas a los agricultores de la zona, que veían cómo el agua se movía sin orden; y o bien inundaba algunos campos o dejaba sin regar otros. En total, y según la policía catalana, entre los días 3 y 5 de junio robó más de 60 palas -sirven para girar el agua, según a quien le toque regar, moviendo el caudal, hacia el terreno que corresponda- valoradas en 6.100 euros.
Las palas robadas provenían de tres ramales del canal que afectaban las localidades de Linyola, Bellvís, Vallfogona de Balaguer, el Poal y Térmens. Los agentes de la Unidad de Investigación de Mollerussa constataron que las palas de riego robadas se habían vendido pocos días después en un desguace del polígono el Segre, en Lleida. El ladrón las vendió al peso por mucho menos dinero del que valen.
El desguace llevó a los Mossos hasta el ladrón
Durante la inspección en el desguace, los Mossos recuperaron 31 de las palas robadas, que han sido devueltas a sus legítimos propietarios. Esta acción también permitió identificar al presunto autor del robo, un conocido de la zona y de la policía catalana -de quien, en el habitual exceso de celo por ocultar información, no han querido decir la nacionalidad. Este lunes a las once y media de la mañana los Mossos lo localizaron y detuvieron en la avenida de Armengol V de Mollerussa.
Los Mossos han explicado que los robos de estas palas de riego, situadas en diferentes arquetas y pozos, tienen un gran impacto en la gestión del agua de riego. Estas palas son esenciales para regular la distribución del agua y garantizar la correcta irrigación de los campos. Su ausencia puede provocar graves perjuicios en los cultivos, que pueden sufrir estrés hídrico por falta de agua, mientras que otros campos pueden quedar inundados. En un contexto de sequía, el agua se convierte en un recurso muy valioso y su gestión está rigurosamente regulada. La pérdida de este caudal ha provocado daños incalculables en las cosechas y los árboles afectados. Se calcula que se perdieron 100 litros de agua por segundo durante ocho horas en dos comunidades de regantes, mientras que en la tercera las pérdidas fueron del doble, afectando a dos riegos diferentes. El detenido, que ya tenía antecedentes, pasó ayer a disposición judicial ante el Juzgado de Instrucción en funciones de guardia de Balaguer y ha quedado en libertad con cargos por hurto.