El caso de la desaparición de Madeleine McCann es uno de los más mediáticos de todo el mundo, ya que, quince años después, todavía no se ha podido resolver ni incriminar con pruebas a nadie. Aunque recientemente se ha imputado como presunto culpable al alemán Christian Brueckner, no hay todavía bastantes evidencias que sirvan para incriminarlo. Un investigador de escenas de crimen explica qué técnicas utilizadas en la actualidad podrían utilizarse para resolver el caso de una vez por todas.
El investigador de escenas de crimen Steve Chancellor, especializado en crímenes no resueltos, analiza la probabilidad de encontrar evidencias forenses a la escena del crimen en el medio británico The Sun.
La mejora tecnológica es clave para resolver casos antiguos
Las enormes mejoras tecnológicas que se han producido en los últimos quince años son una gran ayuda a la hora de analizar escenas de crímenes que sucedieron hace tanto tiempo. Chancellor ha explicado a The Sun qué técnicas y metodologías se emplean para encontrar pruebas concluyentes en escenas de crímenes no resueltos, y cuáles usaría él para encontrar evidencias contra el presunto secuestrador y asesino de la niña. Según ha detallado el experto al medio, "los casos más grandes a menudo se resuelven con los detalles más minúsculos".
Los investigadores de escenas de crimen utilizan cuatro métodos de detección de pruebas
Tal como explica Chancellor al diario, existen cuatro métodos para detectar pruebas y evidencias forenses en las escenas de los crímenes. Lo primero que hacen los investigadores es un análisis o exploración visual de la escena del crimen con la ayuda de luz ultravioleta de diferentes colores, concretamente, "dispositivos portátiles que envían luz a diferentes longitudes de onda para intentar detectar objetos extranjeros". No obstante, esta técnica, en casos que hace tanto tiempo que sucedieron, a menudo no da los frutos esperados. A continuación, con cojinetes adhesivos, proceden a recoger fibras que se encuentran en la superficie, como pelo o telas, para un posterior análisis, sin embargo, como|cómo detalla el experto "si ha pasado mucho tiempo, la tercera opción sería utilizar una cinta más gruesa, que puede ser más útil"; este otro tipo de cinta puede sacar las fibras más escondidas o de más difícil acceso. No obstante, estas cintas también pueden dañar la misma escena del crimen, de manera que no son las más recomendables.
Finalmente, en caso de que ninguna de las tres opciones anteriores se adecue a la escena del crimen donde se está trabajando, se usa una aspiradora de mano equipada con un filtro especial que lo aspira todo, como afirma el experto.
La aspiradora especial es el único método con el cual podrían encontrar pruebas concluyentes
Los investigadores están analizando la furgoneta del principal sospechoso del caso, el alemán Christian Brueckner. Al tratarse de la escena de un crimen sucedido más de diez años atrás, el experto duda de que los tres primeros métodos detallados sean óptimos. De hecho, cree que con el método de la aspiradora los investigadores podrían encontrar evidencias concluyentes: "las fibras habrían acabado, probablemente, dentro de grietas del vehículo". Si bien es cierto que se habrían tenido que analizar todas las fibras que se encontraran, porque la potencia de la aspiradora lo absorbe todo, es el método que él hubiera utilizado dado el paso del tiempo.
Chancellor afirma que las fibras de tela son mucho más fáciles de detectar que otros materiales. En el caso de Madeleine McCann, los investigadores buscan en el vehículo del sospechoso fibras del pijama que la niña llevaba la noche de su desaparición. Según detalla el experto, "si una prenda de ropa se ha roto durante el crimen, suelta muchas otras fibras más pequeñas.
Por ahora, la investigación todavía está abierta, a la espera de encontrar pruebas concluyentes contra Brueckner quien, a pesar de haber confesado saber "todo lo que le había pasado a la niña" a un amigo suyo, no puede ser juzgado por la falta de indicios. Chcnellor es optimista con la investigación, y cree que tarde o temprano, si se empran los métodos adecuados, se podrán localizar evidencias concluyentes que expliquen lo que le sucedió a la pequeña quince años atrás.