Este pasado viernes, ElCaso.com publicó un reportaje sobre una investigación realizada por una analista de fuentes abiertas sobre el destino de unos ordenadores robados en varios institutos de Catalunya. Los dispositivos, que fueron sustraídos antes del inicio del curso pasado, en Santa Coloma de Gramenet, o hace unas semanas en el Penedès, han aparecido geolocalizados en varias tiendas de Marruecos, donde se venden a precio de saldo, por la mitad de su valor. Los ordenadores, destinados a alumnos de estos centros —existen robos en más puntos del país— son los que el Departament d’Educació cede a los centros, y los que fueron robados llevaban una serigrafía de la Generalitat de Catalunya, una imagen que todavía se puede ver en los ordenadores que esta investigación ha localizado en tiendas y almacenes de Marruecos —la mayoría en este país, aunque también, en menor cantidad, en Argelia y Bulgaria.


La investigación ya ha tenido repercusión en los principales medios marroquíes, que se han hecho eco de la noticia de ElCaso.com. Los diarios Maroc24h, Al3omk y Hespress —uno de los más relevantes del país del norte de África— explican que la investigación realizada en Catalunya vincula los robos con su país y detalla que se han podido ubicar, en tiendas de varios municipios marroquíes, los ordenadores que supuestamente fueron robados en Catalunya, tras entrar en el país por la frontera terrestre de Ceuta y Melilla.

Ordenadores robados en el Penedès, a la venta

De la investigación liderada por esta analista en fuentes abiertas, con un bot que rastrea toda la red en busca de anuncios para detectar ordenadores posiblemente robados, se ha descubierto también que ordenadores robados en el Pla del Penedès han aparecido en una tienda de Marruecos, donde los terminales aún están a la venta. El comerciante, muy activo, tiene cuentas de publicidad de sus productos con casi un millón de seguidores. Por ahora, a pesar de las consultas realizadas por ElCaso.com a los Mossos, que son quienes abrieron la investigación de los hechos —que ahora tiene ramificaciones internacionales— no parece que haya resultados.