Los Mossos d'Esquadra que vigilan el Palau de la Generalitat de Catalunya, en Barcelona, detuvieron, este sábado en torno a las once de la mañana, a un joven marroquí que había asaltado a un turista norteamericano y le había robado el reloj. Dos agentes del cuerpo de guardia del Palau pudieron interceptar al ladrón cuando escapaba con el Breitling, un reloj de lujo de unos 5.000 euros. Los Mossos pudieron recuperar el reloj y devolverlo a su propietario, un turista con nacionalidad americana pero con residencia en Tel Aviv, en Israel.

Según ha podido saber ElCaso.com, el turista estaba mirando un escaparate de la calle de los Baños Nuevos de Ciutat Vella, en el centro de la ciudad, y un ladrón lo asaltó para robarle el reloj que llevaba. Forcejearon y finalmente el turista se cayó al suelo y el ladrón, de unos 30 años, pudo escapar corriendo con el reloj. La víctima, el turista israeloamericano, siguió al ladrón por los callejones del barrio Gótico de Ciutat Vella hasta que llegaron en la plaza de Sant Jaume, donde está el Palau de la Generalitat y donde siempre hay un escamot de guardia para dar protección a la sede de la presidencia del Govern.

Interceptado al lado del Palau de la Generalitat

El caporal del escamot y uno de los agentes pudieron interceptar y detener al ladrón, en la calle de Sant Honorat, donde estaban en la puerta lateral que da acceso al Palau de la Generalitat. El turista pidió ayuda a los agentes de los Mossos y los dos policías, un caporal y un agente, lo detuvieron. El joven aprovechó cuando los agentes estaban haciendo gestiones con las patrullas de Ciutat Vella -los dos policías forman parte de un grupo especial que se dedica a la protección de los edificios institucionales- para intentar escapar, pero los dos policías lo pudieron detener, y esposar, a cien metros, en la calle de la Fruita con Salomón a Ben Adret, curiosamente, delante de una sinagoga. Uno de los dos agentes que participaron en la detención sufrió heridas leves y tuvo que ser trasladado a un centro médico después de la detención.

El hombre, a simple vista, no llevaba el reloj Breitling encima. En el registro que se le hizo en la comisaría de Ciutat Vella, donde fue trasladado, los Mossos le localizaron, escondido en una venda enganchada al cuerpo, la circunferencia del reloj. En el momento del forceo con el ladrón, el turista americano se pudo quedar parte de la correa en las manos. Aunque el valor del reloj no está entre el Top10 de relojes sustraídos en la ciudad de Barcelona, este complemento tenía un gran valor sentimental por el turista residente en Israel, era de su padre.

Los Mossos devuelven el reloj al turista judío

Los agentes del cuerpo de guardia del Palau de la Generalitat que detuvieron al ladrón se acercaron hasta el hotel del turista por la tarde para entregarle el reloj. Al día siguiente también hicieron el acompañamiento de la víctima hasta la Ciutat de la Justícia con el fin de declarar ante el juez, teniendo en cuenta que aquel fin de semana el hombre devolvía ningún Israel y hacía falta que compareciera ante el juez para evitar que la causa contra el ladrón, Baloti M., que acumula unos 30 antecedentes, cayera en un saco agujereado.